Más tardó en rodar el balón en dos de las ligas más importantes del mundo que en que brotaran expresiones de racismo. En Inglaterra y Alemania ya se registraron incidentes que activaron protocolos arbitrales, detenciones policiales y comunicados de condena. La FIFA, en tanto, promete sanciones más severas y un estándar global de respuesta, lo que incluiría el expediente de México ante el grito homofóbico.
En la Premier League, el 16 de agosto el Liverpool–Bournemouth en Anfield se detuvo momentáneamente después de que el atacante ghanés Antoine Semenyo denunciara insultos racistas desde la grada. La policía detuvo a un sospechoso de 47 años y le impuso condiciones de fianza que incluyen prohibición de acudir a estadios. Semenyo, que marcó dos goles, agradeció el apoyo de compañeros y rivales.
En Alemania, dos partidos de la DFB Pokal de este fin de semana se vieron empañados por insultos racistas. En el duelo Lokomotive Leipzig–Schalke 04, el extremo Christopher Antwi-Adjei reportó agresiones verbales, y en el RSV Eintracht–Kaiserslautern hubo insultos hacia un suplente visitante. La federación alemana abrió expedientes y, en uno de los casos, el presunto agresor fue identificado de inmediato mientras parte de la grada respondió con el cántico “Nazis raus” (Nazis fuera). Gianni Infantino, presidente de la FIFA, calificó los hechos como “inaceptables”. Desde su despacho, en Zúrich, se propone atacar esta problemática, con México en la mira.
En su día, cuando se acercó a cobrar un tiro de esquina, a Neymar le aventaron plátanos. Vinícius Junior, estrella del Real Madrid, ha recibido agresiones por su color de piel. Fue común que a Mario Balotelli le gritaran en Italia: “Ritorna al Africa!”, y Arrigo Sacchi, entrenador leyenda de la azzura, fue pillado al decir: “Hay demasiados negros en las categorías inferiores de Italia”.
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La Federación Mexicana de Futbol ha pagado varios millones de pesos por cuestión de multas por el grito homofóbico. En las instalaciones del Estado de México se quiebran la cabeza por resolver un problema que parece un callejón sin salida. En juegos del Tricolor o en partidos de los equipos de la Liga MX en Estados Unidos, la situación parece agudizarse. En tanto, la FIFA toma nota y saca la calculadora para calcular las cantidades para las sanciones venideras. Como coanfitrión del siguiente Mundial, la Femexfut se frota las manos, pero también le sudan ante la posibilidad de un escándalo.
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