Las principales compañías japonesas están dispuestas a ofrecer este año los mayores incrementos salariales en un cuarto de siglo, en respuesta a una inflación en máximos de 41 años y a los llamados del primer ministro Fumio Kishida para fomentar el consumo mediante salarios más elevados.
Las negociaciones laborales anuales conocidas como «shunto» (ofensiva de primavera en japonés) están llegando a su fin este miércoles en muchas empresas líderes, y ya se perciben señales positivas.
Japan Inc podría estar dispuesta a incrementar los salarios hasta un nivel que al menos compense el alto costo de vida en medio de una creciente inflación de las importaciones.
Un estudio realizado por el Centro de Investigación Económica de Japón (JERC) entre 33 economistas, anticipa que las principales empresas aumenten los salarios en un 2,85%, cifra significativamente mayor al 2,2% del año pasado y el incremento más rápido desde 1997, cuando Japón entró en un período de 15 años de deflación.
Hisashi Yamada, economista jefe del Instituto de Investigación de Japón, señala que, dado que la inflación al consumo (4,1%) supera las subidas salariales, es necesario que en los próximos años se mantengan aumentos salariales del 3% o más para lograr la estabilidad de precios en el 2%. «Las subidas salariales medias coherentes con el objetivo de precios del 2% del banco central son del 3%, lo que puede cumplirse este año, aunque temporalmente», afirmó Yamada.
Takahide Kiuchi, ex miembro del consejo del Banco de Japón y actual economista ejecutivo del Instituto de Investigación Nomura, sostiene que las subidas salariales básicas son la clave para determinar cómo pueden influir los salarios en los precios.
Ya se están observando algunas señales alentadoras en Japón. La semana pasada, los trabajadores del mayor grupo sindical del país lograron acuerdos anticipados de fuertes incrementos salariales. Los sindicatos de Toyota, el principal fabricante mundial de automóviles, y Honda también han conseguido sus mayores aumentos salariales en décadas.
El shunto, un fenómeno particular de Japón, se lleva a cabo cada mes de marzo. En estas negociaciones, más de 300 grandes empresas con un capital igual o superior a 1.000 millones de yenes y 1.000 o más trabajadores discuten con sus sindicatos siguiendo el ejemplo de compañías líderes en salarios, como Toyota Motor Corp.
No obstante, aún no está claro si la ola de incrementos salariales podría extenderse a las pequeñas empresas, que emplean a siete de cada 10 trabajadores en el país, pero enfrentan dificultades para trasladar los costos a sus clientes más grandes al final de las cadenas de suministro. Estas empresas podrían verse afectadas por la presión para aumentar los salarios sin poder compensarlo con un aumento en los precios de sus productos y servicios.