Comparte

Después de 4 años de abrazos a quienes están al margen de la ley, por fin, el
gobierno se ha decidido a actuar.
En Chihuahua, este jueves por la madrugada, fue perseguido y ultimado Ernesto
Alberto Piñón, líder de una peligrosa banda criminal.
Y en Sinaloa, también por la mañana, Ovidio Guzmán, fue detenido en un
operativo, y ya está preso en las instalaciones militares.
Mi reconocimiento a los policías civiles y efectivos militares que cumplieron con su
deber en estas acciones. Su valor y compromiso nos restaura la esperanza.
Ante los hechos de hoy, hay preguntas que son obligadas:
¿Porque dejar pasar tanto tiempo, tantos delitos y tantos muertos para hacer
cumplir la ley?
¿Era necesario el amotinamiento y matanza en un penal de Juárez para poner
quieto a “El Neto”?
¿Tenía que venir Biden a México, para que López Obrador rectificase de su
decisión de 2019, cuando ordenó la evasión del Chapito?
Me indigna pensar en la indolencia y cobradía del Presidente de la República y su
gobierno, y las gravísimas consecuencias en la tranquilidad, seguridad, salud y
vida de los mexicanos.
Esto tiene que cambiar. ¡Y tiene que cambiar ya!
Es tan grave el agravio que hemos recibido los mexicanos de los criminales y tan
grande el reto para restaurar nuestra seguridad, que se debe reflexionar si ya llegó
el momento del endurecimiento mucho mayor de las sanciones.
Los delincuentes confesos y sentenciados por delitos gravísimos en contra de las
mujeres, los niños, los jóvenes y los policías de nuestro País, deberían recibir
condenas ejemplares.
Habría que discutirse a profundidad, si se les aplica incluso la pena de muerte.
Lo que es indudable es que se tiene que rehacer la estrategia de seguridad sin
miedo y sin prejuicios.
Yo no acepto que los criminales se burlen de la ley y nos condenen a vivir en el
miedo y la zozobra.
Ya llegó la hora de actuar.
¡Ya estuvo!

NOTICIAS CHIHUAHUA

Te puede interesar: Estamos cerca de la Biblioteca de Alejandría 2.0 (para mal)

Social Media Auto Publish Powered By : XYZScripts.com