La fiscalía de Nueva York solicitó que Ismael «El Mayo» Zambada, uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa y que este viernes comparece ante la justicia para conocer sus cargos, siga detenido hasta que se celebre el juicio.
Ante su peligrosidad y el riesgo de fuga, la fiscalía solicitó al juez que instruye su caso, James Cho, que “ordene la detención permanente del acusado a la espera del juicio”, ya que no existen “condiciones” que garanticen “la seguridad de la comunidad o la comparecencia del acusado en el juicio si fuera puesto en libertad”.
Ismael Zambada, de 76 años años, será presentado este viernes 13 de septiembre a las 10:00 horas locales (14H00 GMT) ante el juez Cho para conocer sus cargos después de haber sido trasladado a Nueva York desde Texas.
La Fiscalía de Nueva York acusa a «El Mayo», que en más de cuatro décadas de carrera delictiva nunca había sido preso, de 17 cargos, entre ellos empresa criminal continuada, tráfico de drogas (en particular cocaína, heroína y fentanilo) y tráfico y posesión de armas.
De ser hallado culpable, puede acabar sus días en la cárcel, como su compadre Joaquín «El Chapo» Guzmán, cofundador del cartel de Sinaloa, que fue condenado en el mismo tribunal de Brooklyn a cadena perpetua.
Detenido en el aeropuerto de Santa Teresa (Nuevo México) al aterrizar en un pequeño avión en compañía de Joaquín Guzmán López, hijo del Chapo, Zambada se ha declarado no culpable de las acusaciones que pesan sobre él ante un tribunal de la fronteriza localidad de El Paso, en Texas.
Según contó en una carta tras su detención, Zambada fue emboscado y engañado por Guzmán López y traído por la fuerza a Estados Unidos.
En las últimas dos décadas, la justicia estadounidense había emitido al menos 16 órdenes de acusación contra él.
La última remonta al 15 de febrero de 2024, en la que se agregaron los cargos de tráfico de fentanilo, un opioide 50 veces más potente que la heroína y que está por detrás de una grave crisis sanitaria que afecta a Estados Unidos.