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Por: José Luis Jaramillo Vela
El poder político y el poder económico… se juntaron Pancho con su Rocío
Es finales del siglo XIX, se aproxima el nuevo siglo XX y aunque el Gobierno de Porfirio Díaz mantiene una muy buena relación con todo el mundo, Estados Unidos, cual celosa novia, comienza a ver con preocupación el coqueteo de las compañías petroleras británicas con el Presidente Díaz, buscando entrar a la explotación del petróleo mexicano; por otra parte, les preocupa también la excelente relación entre Porfirio y el Káiser Wilhelm de Alemania, quien se decía admirador de las hazañas bélicas del General Díaz; existía también otra preocupación, los gobiernos de los Presidentes William McKinley y Theodore Roosevelt comenzaban a cuestionarse el largo período porfirista y la falta de democracia en México.
Pero eso no era todo, en los pasillos de la Casa Blanca y del Congreso de Estados Unidos todos los días se movían una serie de agentes comerciales, industriales y empresariales, conocidos como “cabilderos” o “lobbystas”, estos eran representantes de las diferentes y poderosas firmas empresariales, industriales y comerciales de Estados Unidos, que buscaban establecer contacto con funcionarios y congresistas para que éstos influyeran en la asignación de contratos del gobierno a sus empresas; de consolidarse los contratos, las compañías retribuían los favores, aportando fondos para las campañas de estos políticos; como dijera un triste dictadorcillo: “amor con amor se paga”.
Había finalizado la época llamada “el salvaje oeste” y las guerras con México, que entre otras cosas, significó la venta indiscriminada de armas y municiones en el norte, el centro, el sur y suroeste de Estados Unidos y en todo el norte de México y sur de Canadá; debido a estos dos eventos, la venta de armas y municiones se desplomó, arrastrando y haciendo tambalear al mercado de Wall Street en Nueva York; para colmo de males, Estados Unidos se enfrentaba a la negativa de Colombia para la construcción del Canal en el Istmo de Panamá.
Es entonces que se juntan Pancho con su Rocío, Washington y Wall Street deciden hacer algo al respecto; Washington necesitaba espantar a los británicos del petróleo de México, Centroamérica y el Caribe para establecer gobiernos afines a Estados Unidos, así como buscar la forma de separar a Panamá de Colombia para construir el Canal; por su parte, Wall Street necesitaba movilizar la economía y qué mejor forma de hacerlo que a través de conflictos armados, esto reactivaría la economía gringa y establecería su dominio en la región. Y así, con la mano en la cintura, como si estuviesen planeando una fiesta, Washington y Wall Street planean la “Guerra Hispano-Estadounidense” (1895-1898), en la que intervinieron para apoyar a Cuba en su independencia de España; la “Guerra de los mil días” (1898-1901), para separar a Panamá de Colombia y poder construir su Canal Marítimo; planean la “Guerra de los 20 años en Centroamérica” (1890-1909), para “establecer el orden en Centroamérica”; y por supuesto, la “Revolución Mexicana” en 1910, para “democratizar” a México.
Pero había otro interesado en México y en Estados Unidos
No solo Estados Unidos e Inglaterra estaban interesados en el petróleo mexicano, el Káiser Wilhelm de Alemania también deseaba invertir en el petróleo mexicano y no solo eso, él tenía la mira puesta en Estados Unidos; deseaba mantener ocupados a los gringos en su propio territorio para que no interfirieran con sus planes de invadir a Europa y para ello estaba dispuesto a organizar una guerra civil en Estados Unidos, e inundar de armas a los gringos a través de la frontera mexicana, para ello necesitaba convencer a su amigo Porfirio Díaz y obtener su apoyo, sin embargo Porfirio era un viejo lobo de mar con un colmillo que le arrastraba hasta el piso y no se iba a echar encima a los gringos así nomás porque sí.
El Káiser deseaba obtener los favores de Porfirio y éste se dejó querer, recibiendo créditos muy blandos de la banca alemana, también México comenzó a recibir inversiones de compañías alemanas, en fin, el Káiser hacía todo lo posible por obtener los apoyos, las concesiones y los beneplácitos de Porfirio Díaz, quien se dio cuenta de la jugada del Káiser y simplemente se dejó querer sin comprometer nada que hiciera enojar a los gringos.
La mano que mece la cuna… aparece Félix Abraham Sommerfeld
En 1902 aparece en México el Ingeniero en Minas y espía alemán Félix Abraham Sommerfeld, un joven muy talentoso para las artes del espionaje, la manipulación y la política y quien venía de China, en donde ayudó a desmantelar el Levantamiento de los Bóxers. Sommerfeld llega como espía para informar al Káiser Wilhelm acerca de la situación en México y Estados Unidos; rápidamente se da cuenta y le informa al Káiser, de que la situación en Estados Unidos no es propicia para iniciar un movimiento armado, pues impera la paz, la armonía y el progreso, el país va rumbo a la prosperidad y no hay desencanto social.
En cambio, Sommerfeld le informa que en México sí están dadas las condiciones para un gran levantamiento social y se entera de que ciertos sectores de Estados Unidos están financiando a Francisco I. Madero, quien está formando un frente democrático opositor a Porfirio Díaz; Sommerfeld recibe órdenes de pasar desapercibido e infiltrarse con Madero, para ello se traslada a Chihuahua, que era digamos que el laboratorio social del país y se contrata con las compañías mineras. Ejerciendo su carrera de Ingeniero en Minas, Sommerfeld aprovecha su trabajo en las minas de Chihuahua para viajar a Estados Unidos, establecer contactos y hacer labores de espionaje, al mismo tiempo su trabajo le servía de pantalla en México.
Félix Sommerfeld comienza a tejer su red
En 1908, la revista británica de circulación mundial Pearson’s Magazine publicó una entrevista del periodista canadiense James Creelman, en la que Porfirio asegura que su gobierno termina en 1910, y que ya no se va a postular a las elecciones para el período de 1910-1916; esta declaración le permitió a Madero establecer el Partido Antirreeleccionista en todo el país, es entonces que Félix Sommerfeld se presenta con Madero, aparentando ser un periodista de la agencia Associated Press le hace una entrevista a Madero, con la intención de que se le conozca en Alemania; Sommerfeld haciendo uso de sus habilidades, va ganando la confianza de Madero hasta convertirse en su vocero oficial; con este nombramiento, Sommerfeld se convierte en quien decide cómo, cuándo, dónde y quién puede entrevistar a Madero, al mismo tiempo Félix Sommerfeld cultiva excelente relación con los hermanos de Madero: Gustavo Adolfo, Raúl, Emilio, Ernesto y Gabriel.
Fue tanta la confianza que se ganó Sommerfeld con Madero, que también lo nombró como su enlace ante el Gobierno de Estados Unidos y organismos que lo apoyaban, motivo por el cual viajaba constantemente a Estados Unidos, en representación de Madero; esto le permitió a Sommerfeld establecer sólidos lazos en Washington, con funcionarios de la Casa Blanca y con Senadores en el Capitolio, así como con cabilderos y lobbystas; mientras tanto, continuaba con sus labores de espionaje en ambos países, aprovechando a la agencia Associated Press para enviar sus informes sobre espionaje al Káiser, disfrazados de notas periodísticas.
Los lazos de Sommerfeld llegaron hasta la Casa Blanca, donde trabó relación y amistad con el Secretario de Guerra de Estados Unidos, Lindley Miller Garrison, con el General Hugh Lenox Scott, asesor militar del Presidente William Howard Taft y con el cabildero y abogado Sherburne Gillette Hopkins, representante de las compañías fabricantes de armas Colt Manufacturing Firearms, Winchester Repeating Arms Company, Smith & Wesson y Remington Arms Company; además, Sherburne Gillette Hopkins era conocido en los círculos políticos como “El creador de las revoluciones latinoamericanas fabricadas en Estados Unidos”; esta última relación, terminó en una gran amistad y sociedad de negocios entre estos dos.
En este punto es necesario destacar que, tras ocho años de Félix Sommerfeld en México y Estados Unidos, todavía nadie sabía ni tenía la menor sospecha de que Sommerfeld fuera un espía alemán al servicio del Káiser Wilhelm, era un tipo con habilidades excepcionales para su función. También a partir de aquí, Sommerfeld cobró tal relevancia e influencia en la Revolución Mexicana, que ni él ser imaginaría.
Porfirio se raja, Madero desata la tormenta y Sommerfeld va en ese barco
A principios de 1910, el Presidente Porfirio Díaz se rajó, salió con que siempre sí se postulaba para las elecciones de ese mismo año, este anuncio causó malestar en todos los sectores de la población y provocó una reacción en cadena que terminó en una carambola de tres bandas: Madero fue hecho prisionero en San Luis Potosí, en cuya cárcel redactó el Plan de San Luis, que convocaba a las armas para destituir a Díaz; Washington y Wall Street se colmaron de Porfirio y deciden actuar; se desatan en México disturbios e inconformidades sociales.
Con la ayuda de Sommerfeld, Madero escapa de la prisión y se van a Estados Unidos, donde Madero proclama el Plan de San Luis y Sommerfeld se va a Washington, donde Sherburne Gillette Hopkins ya había conseguido los contratos con el gobierno, para comprar miles y miles de armas y millones de municiones para iniciar la revolución; por su parte, Madero consigue fondos para financiar el movimiento.
Mientras tanto, Sommerfeld y Sherburne Gillette meten miles de armas y municiones de contrabando a México para armar e iniciar la Revolución Mexicana, este sería el gran negocio que harían estos dos y que los convertiría en millonarios, el contrabando de armas a varias partes del mundo.
Félix Sommerfeld se encumbra en el Gobierno de Madero; se le ven tres orejas al lobo
Tras la caída de Porfirio Díaz, queda como Presidente Interino Francisco León de la Barra, quien se encargaría de organizar elecciones limpias y democráticas; en ese intervalo de tiempo, Madero envía a Sommerfeld para hacer todos los amarres diplomáticos y comerciales con el gobierno gringo ya que ante su enorme popularidad era inminente su llegada al poder. Durante estos meses, Sommerfeld no dejó de hacer trabajo de inteligencia y espionaje, y se relacionó con todos los espías extranjeros que operaban en Estados Unidos; tampoco dejó de contrabandear armas para la Revolución Mexicana.
El 6 de noviembre de 1911, Francisco I. Madero asume la Presidencia de la República, Félix Sommerfeld es nombrado Secretario Privado y Asesor Personal de Madero, pero su verdadera función, fue la de crear, organizar, operar y dirigir el Servicio Secreto de México; en este punto, es de suponer que Madero ya estaba enterado de la doble identidad de Sommerfeld, de lo contrario, ¿por qué motivo le habría encargado este trabajo tan especializado?; bajo esta función, Sommerfeld prácticamente se quitó la careta y entonces al lobo se le vieron tres orejas.
Resulta que Sommerfeld estaba realizando espionaje para Alemania, para Estados Unidos y ahora para México; a pesar de eso, Madero confió en él y Sommerfeld le respondió a esa confianza, renunciándole al Káiser Wilhelm, quien no tuvo problema, pues supuso que era momentáneo y más tarde volvería a trabajar con él; quienes si se sintieron traicionados y espiados fueron los gringos, pero ellos fiel a su estilo, no dijeron nada pues mientras Sommerfeld les sirviera, ellos felices y contentos, ya que les estaba acomodando millones de armas y municiones por todo el mundo.
Sommerfeld puso manos a la obra en la creación del servicio de espionaje del Gobierno de Madero y rápidamente integró su equipo; se trajo a otros dos reconocidos espías alemanes: Horst van der Goltz y Arnold Krumm-Heller (entre otras cosas, fundador de la Fraternidad Rosa-Cruz), estos dos y Sommerfeld instruirían a los espías mexicanos en todas las artes del espionaje, el ocultamiento, encubrimiento, la doble identidad, la infiltración, el camuflaje, la obtención de información, la manipulación, etc.; también llamó al mercenario gringo Emil Lewis Holmdahl y al mercenario ruso.americano Sam Dreben a quien apodaban “El judío bélico”; estos dos hombres se encargarían de la instrucción en el manejo de armas y cuchillos, el sabotaje, el asesinato silencioso, la defensa personal y lucha cuerpo a cuerpo.
Por instrucciones del Presidente Madero a los integrantes del Servicio Secreto Mexicano, no se les llamaría “espías”, sino “agentes confidenciales” y uno de esos agentes confidenciales más destacados egresado de las academias de Félix Sommerfeld, fue nada más y nada menos que José Vasconcelos, el mismísimo “Apóstol de la Educación”, en sus inicios revolucionarios y en la política.
Sommerfeld, el hombre fuerte de la Revolución
En 1913, tras el asesinato de Madero, Sommerfeld se rehúsa a trabajar para Victoriano Huerta y este ordena su asesinato, pero Sommerfeld escapó gracias a la protección del Embajador de Alemania en México, Paul von Hintze, quien lo sacó del país y lo llevó a Washington, en donde su amigo y socio Sherburne Gillette Hopkins le reunió fondos para apoyar al Ejército Constitucionalista del General Venustiano Carranza que buscaba derrocar a Huerta, quien se dio cuenta de su error con Sommerfeld, quien se convirtió en el hombre fuerte de la Revolución, todos lo buscaban a él, Villa, Zapata, Obregón, Carranza, Calles, todos los Generales de la Revolución y hasta el mismo Victoriano Huerta, que se acercó a él, ofreciéndole una disculpa por ordenar su asesinato.
Toda la Revolución Mexicana buscaba a Sommerfeld por un solo motivo: el acceso a las armas e información; no entraba una sola bala a México si no era por medio de Sommerfeld y las compañías americanas no vendían una sola arma a México si no era a través de Sherburne Gillette, tenían controlado el mercado de armas; por otra parte, Sommerfeld tenía trabajando a toda la red de espionaje mexicano para él; los famosos agentes confidenciales le entregaban información de todos los generales a él, incluso tenía espías en Estados Unidos, de modo que el decidía a quien le vendía armas y a quienes no y en qué cantidad; también decidía a quienes les pasaba información y a quienes no.
Como Sommerfeld no le vendía ni una sola arma a Victoriano Huerta, este recurrió a comprarle armas al Káiser Wilhelm de Alemania, quien le envió un claro y amenazador mensaje a Sommerfeld diciéndole lo peligroso que es jugar con tres fuegos y más si se perjudica los intereses y objetivos de Alemania en la región.
En 1914, Sommerfeld se pega mucho a Villa y Carranza con la intención de derrocar a Huerta, pero cuando ve que hay diferencias entre ambos, decide quedarse con Pancho Villa, pues la División del Norte tenía más de 45 mil hombres armados y pertrechados. Los historiadores creen, porque no hay pruebas que lo confirmen, que esto ocasionó el enojo de Carranza y por ese motivo es posible que haya querido enviar solo cinco mil hombres de Villa a apoyar al General Pánfilo Natera a Zacatecas, con el fin de exhibirlo. Por otra parte, también los historiadores creen que, con la información de los espías infiltrados en el carrancismo, es posible que Sommerfeld haya convencido a Pancho Villa de lanzar a toda la División del Norte sobre Zacatecas y derrocar a Huerta.
Huerta derrocado, Sommerfeld se queda con Pancho Villa, pero la suerte se acaba
Al ser derrocado Victoriano Huerta, el General Venustiano Carranza de la Garza se asume como Presidente del Gobierno Constitucionalista, aunque no es electo democráticamente, Estados Unidos lo ve bien, digamos que dan su beneplácito pero no reconoce todavía a su gobierno, le piden que organice elecciones; esto molesta a Pancho Villa, quien viendo una oportunidad envía a Félix Sommerfeld a Washington, con la misión de cabildear al General Felipe Ángeles como una buena opción para ser presidente de México; pero las cosas han cambiado mucho en Washington y Sommerfeld lo percibe de inmediato, informando a Pancho Villa que los gringos no creen que el General Felipe Ángeles sea una opción viable.
Otro cambio significativo fue que su amigo y socio Sharburne Gillette Hopkins le informa que ellos podrán seguir acomodando armas americanas en cualquier otro país, pero que para México se encargará de ahora en adelante el traficante judío Sam Ravel, quien era persona de confianza del Presidente Woodrow Wilson; aún así, Gillette y Sommerfeld logran enviarle a Pancho Villa un último embarque de armas por 340 mil dólares que Villa ya había pagado. En Washington, los servicios de inteligencia gringos no le perdieron la huella a Sommerfeld en ningún momento, debido a eso lo vieron en varias ocasiones con el agregado naval de la Embajada de Alemania, Karl Boyd-Ed; ahí Sommerfeld se volvió a alinear con el Káiser Wilhelm y recibió instrucciones para crear un incidente que provocara una guerra entre México y Estados Unidos.
Caídos de la gracia de Estados Unidos y de México
El Presidente Woodrow Wilson le ordena al traficante de armas Sam Ravel que le venda a Pancho Villa municiones inservibles, el plan era que de cada cuatro balas, solo una servía las otras fueron vaciadas, un trabajo minucioso que se llevó a cabo en el Fuerte Bliss de El Paso, Texas; esas balas inútiles provocaron a Villa las estrepitosas derrotas en Celaya, Guanajuato y Agua Prieta, Sonora, hasta que Villa comprobó que las municiones estaban inutilizadas; aunado a eso se entera de que Estados Unidos reconoció al Gobierno de Carranza y como cereza del pastel, Carranza lo proclama como bandido y fuera de la ley; Villa enfurece contra Estados Unidos y contra Sam Ravel, aquí es donde los historiadores suponen que Félix Sommerfeld influyó y manipuló a Pancho Villa para el ataque a Columbus, Nuevo México, precisamente el lugar donde vivía Sam Ravel; de ese modo Sommerfeld trataría de provocar una guerra entre ambos países, como se lo había ordenado el Káiser.
En cuanto a Sommerfeld, algunos aseguran haberlo visto trabajando para el General Aureliano Blanquet, ambos como mercenarios en Guatemala; en 1918 es detenido por los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos bajo los cargos de enemigo extranjero; al salir en libertad se cree que se dedicó a disfruta de su fortuna producto del tráfico de armas; se tienen registros de viajes de Estados Unidos a México ida y vuelta, el último registrado es en 1930 y a partir de aquí, Félix Abraham Sommerfeld desaparece por completo sin dejar el menor rastro, nunca más se volvió a saber de él. Lo más probable sea que este hombre que tanto influyó en la Revolución Mexicana haya sido mandado asesinar ya sea por la Inteligencia de Estados Unidos o de Alemania… o la de México.
Referencias Bibliográficas:
+ porrua.mx
+ facebook.com
+ revistaconsideraciones.com
+ mexicodesconocido.com.mx
+ es.wikipedia.com
+ mxc.com.mx
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