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Muchos conocen el resultado de gobiernos fascistas como el de la Alemania Nazi, que terminó con el exterminio de millones de judíos y causó la muerte a cientos de miles de víctimas durante la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, en México pocos conocen los intríngulis de las estrategias empleadas por el criminal Adolfo Hitler, para someter durante años a una sociedad alemana que terminó no sólo controlada, sino fanatizada.

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Y viene a cuento el tema, porque con la llegada de los gobiernos de Morena –desde 2018–, en México vivimos la instauración de un paulatino autoritarismo que no sólo destruye la democracia, sino que impone una verdadera tiranía de Estado.

Y es que, les guste o no a los lacayos de la “4-T”, lo cierto es que –en los hechos–, la señora Sheinbaum sigue puntual las fascistas tácticas empleadas por el dictador Adolfo Hitler, para someter a la sociedad alemana.

Sí, tácticas que ya son una realidad en México, como la concentración total del poder, la propaganda, la militarización, el espionaje, el terror y el miedo, la censura y la persecución de opositores y críticos.

Además, claro, de la muerte de la división de poderes y de los partidos de oposición, anunciada apenas el pasado martes por “la señora presidenta”, mediante una reforma al INE y al sistema de partidos.

Pero si aún lo dudan, vamos a las pruebas.

1.- Hoy, “la señora presidenta” tiene en sus manos el poder absoluto, ya que la división de poderes fue aniquilada. Si, Claudia Sheinbaum tiene todo el control de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; además de que desde 2018 empezó la desaparición de todos los órganos autónomos.

Por si fuera poco, Claudia ostenta el control absoluto de una veintena de gobiernos estatales, sus respectivos congresos locales y municipios. Poder descomunal que fue el primer paso del dictador Hitler, en la Alemania Nazi.

2.- Le siguió una eficiente estrategia de propaganda, a cargo del padre de la mentira y el engaño de Estado, Joseph Goebbels, quien llevó a millones de alemanes a un total estado de fanatismo por Hitler.

En México, la propaganda engañosa y mentirosa está a cargo de Palacio, tanto en el gobierno de Obrador, como en el de Claudia y todos la conocen como “mañaneras”; verdadera fábrica de mentiras y espejismos que borran la realidad y, en cambio, ofrecen un paraíso inexistente.

Además del uso propagandístico de los medios del Estado y de muchos medios privados, convertidos en sirvientes del régimen autoritario, a cambio de jugosas ganancias para la prensa, radio, televisión y plataformas digitales.

3.- La militarización en México empezó desde la llegada de AMLO al poder, en 2018, cuando en lugar de cumplir su promesa de regresar a sus cuarteles a militares y marinos, López empezó una espiral de corrupción y de entrega de tareas civiles para los militares y marinos. Hoy los cuerpos castrenses mexicanos desempañan medio centenar de tareas civiles.

Además, López creó la Guardia Nacional, verdadero espejo de la Guardia Bolivariana de Venezuela, que hoy fue militarizada por Claudia y que desempeñará idénticas tareas a las encomendadas a las “SS” alemanas; cuerpo militar empleado para perseguir a los judíos.

4.- El espionaje a todos los ciudadanos, por igual, jugó un papel determinante en el gobierno fascista de Hitler. Curiosamente, en el México de hoy –y por orden de “la presidenta” –, todos los mexicanos seremos espiados a través de nuestro teléfono celular.

Es decir, que los datos personales de todos y cada uno de los mexicanos estarán en manos de militares y policías, quienes vigilarán la geolocalización, los mensajes, las llamadas y todas las actividades privadas de cada ciudadano.

Y ay de aquel que se atreva a definirse como opositor, crítico, activista contra el régimen o que decida luchar a favor de la democracia, porque entonces será perseguido, exhibido de manera pública –como ya ocurre–, y llevado a prisión con cualquier pretexto.

5.- Y frente a la indefensión ciudadana, a causa del poder absoluto en manos del régimen, ante la peligrosa militarización y el fascista espionaje, sigue la implantación del terror y el miedo.

Sí, terror y miedo que vemos a diario a manos de los intocables cárteles criminales, aliados de Morena, que un día sí y otro también cometen masacres, ejecuciones a plena luz del día, secuestros, el crimen de periodistas, de madres buscadoras, de alcaldes, candidatos a distintos puestos de elección popular y hasta de activistas de diversas causas sociales.

En la Alemania Nazi el terror y el miedo era propagado por el grupo paramilitar conocido como “camisas pardas”, que secuestraba, torturaba y reprimía “a los enemigos” del régimen.

6.- Durante la dictadura de Hitler, la censura fue impuesta a través de los castigos ejemplares. Aquel que se atrevía a disentir era perseguido, torturado y llevado preso. Incluso se produjeron casos de escándalo cuando alumnos de escuelas denunciaban a maestros que cuestionaban al régimen.

Y la censura llegó al clímax cuando la dictadura ordenó la quema de todos aquellos libros que ofrecían al ciudadano la posibilidad de explorar un pensamiento distinto a la verdad oficial.

En México la orden de censurar la libre manifestación de las ideas y la libre expresión sale de Palacio, se castiga con cárcel y llega a todos los críticos y a todos los medios, cuyos dueños son arrinconados bajo la premisa de seguir recibiendo publicidad oficial o, de lo contrario, ser perseguidos.

Sí, “la señora presidenta” es la versión mexicana del sátrapa alemán Adolfo Hitler.

¿Los mexicanos somos o seremos la versión mexicana del fanatismo Nazi?

Al tiempo.

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