CHIHUAHUA. Gabino Gómez Escárcega, activista del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM), señaló que el Estado posee un rezago importante en identificación de restos óseos. El déficit principal —a su juicio— es la falta de personal, y mencionó el tiro de mina de Santa Eulalia como ejemplo.
Desde su perspectiva, los sistemas de reconocimiento de huesos humanos en Chihuahua cuentan con buen equipamiento tecnológico; la problemática deviene, en cambio, de la escasez de trabajadores.
La dificultad del reconocimiento de los restos —explicó— se centra en la cantidad de tiempo que requiere una sola examinación. Refirió que en casos donde yacen varios huesos en una sola fosa, debe estudiarse cada uno por separado, a fin de determinar a quién pertenecían en vida.
«Hay un rezago muy importante. ¿De cuanto? Yo no sé. Pero, por lo menos, yo conozco casos donde no se tiene información. Un caso palpable es lo del tiro de mina aquí de Santa Eulalia. A más de un año que se tuvo el último descenso donde se recuperaron varios restos, todavía a estas alturas no se tiene los resultados. Entonces, sí hay un reclamo ahí», dijo.