La inflación en México experimentó un aumento en marzo, alcanzando un 4.42% anual, por encima del 4.40% registrado en febrero, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este incremento se produce tras 37 meses de inflación por encima del objetivo del 3% +/- un punto porcentual. A pesar de esto, Deutsche Bank estima que la inflación cerrará en 4.5% para este año, lo que representa un ligero alivio en comparación con las expectativas.
Durante marzo, la inflación no subyacente experimentó un aumento del 3.67% en febrero al 4.03% en marzo, mientras que la inflación subyacente mostró una moderación, pasando del 4.64% al 4.55%. Además, la inflación de mercancías se contrajo, llevando 16 meses con moderaciones, lo que se considera un avance para la economía. Sin embargo, los servicios tuvieron un incremento del 5.30% al 5.37%, afectados por rubros como el transporte aéreo, el turismo y los cortes de cabello. Los productos agropecuarios y los energéticos también se vieron afectados, con aumentos del 4.77% al 4.92% y del 2.75% al 3.29%, respectivamente.
A pesar del aumento en la inflación, expertos señalan que la subida se dio en rubros volátiles, mientras que la inflación subyacente continúa moderándose. Esto podría aliviar las presiones sobre el Banco de México (Banxico) para mantener una postura agresiva, lo que daría más margen al banco para mantener una economía saludable y fortalecida.
En resumen, el aumento en la inflación en marzo, aunque significativo, podría representar una oportunidad para aliviar tensiones en la economía mexicana, especialmente en el contexto del próximo ajuste de la tasa de interés del Banco de México.