Luego de anunciar el posible evento deportivo, la secretaria de prensa, Karoline Levitt, confirmó que el presidente Trump hablaba “totalmente en serio” respecto a la pelea de UFC en la Casa Blanca.

Donald Trump ha manifestado en diversas ocasiones su profundo interés por los deportes de combate, especialmente la UFC. Durante su campaña y presidencia, asistió en múltiples ocasiones como invitado VIP a eventos importantes como UFC 290 en Las Vegas, acompañado por figuras como Dana White, Elon Musk o Kid Rock, recibiendo aplausos y vitoreo de parte del público.

A su vez, su equipo resalta que su pasión por la UFC no es solo política, sino una afición genuina que mantiene desde los años 80, cuando promovía combates de boxeo y eventos de lucha libre en Atlantic City.

Además, Trump ha aprovechado su visibilidad en estos eventos para expandir su base política. Su presencia en peleas de la UFC “le permite conectarse con votantes jóvenes, mayoritariamente hombres, que no siguen la política tradicional”, según asesores de campaña.

Esta estrategia incluyó apariciones en podcasts relacionados con la UFC, como “UFC Unfiltered”, donde habló de sus historias con figuras legendarias del combate, como Mike Tyson, y destacó su amistad con Dana White, quien lo ha apoyado públicamente.

Su vínculo con la UFC también se refleja en su propuesta de organizar una pelea en los terrenos de la Casa Blanca como parte de las celebraciones del 250.º aniversario de Estados Unidos en 2026.