Noticias de Chihuahua. –
Este martes por la madrugada las autoridades retiraron por completo las centenas de vallas metálicas en Palacio de Gobierno, Museo Casa Chihuahua y el Ayuntamiento capitalino, instaladas para «blindar» los edificios gubernamentales previo a la manifestación del 8M.
A cinco días de su colocación, llevada a cabo el jueves 6 de marzo a temprana hora, hoy amanecieron despejados los inmuebles. En contraparte, el resto de espacios públicos —la Plaza del Ángel, el monumento en Plaza de la Grandeza y el Héroes de la Reforma— continúa con las consignas que dejaron las mujeres durante la movilización del sábado 8 de marzo.
Alrededor de 4 mil mujeres e integrantes de colectivas feministas se reunieron aquel día en la glorieta de Pancho Villa. Cerca de las 4 de la tarde partieron del lugar con dirección al Centro Histórico, en donde exigieron el respeto de sus derechos humanos y la aplicación de la justicia en contra de los violentadores.
En el transcurso de la marcha pintaron los nombres de agresores, colocaron sus imágenes y dejaron cartulinas y lonas para, según denuncian, visibilizar la violencia sistemática que atraviesan día con día. A comparación de otros años, esta vez el blindaje les impidió acercarse de mayor forma a los recintos.
Bajo el contrato SH/LPE/044/2023, la administración estatal sostuvo con la empresa Sujetadores de Acero S. A. de C. V. Un total de 608 cercas de 3 metros de altura, cada una con un valor de $55 mil 677.45 pesos, monto que, más el Impuesto al Valor Agregado, ascendió a $64 mil 585.8 pesos. En suma, $39 millones 268 mil 191 pesos por el material.
El blindaje, por primera vez, abarcó el antimonumento de la Cruz de Clavos, símbolo de las víctimas de feminicidios, desapariciones e injusticias que, a lo largo de veinticuatro años, han marcado a la entidad federativa. Antimonumento que, desde su creación en noviembre de 2001, ninguna autoridad había cercado. Un hecho que impidió recordar, como cada año al final de la movilización del 8M, a las mujeres que han sido asesinadas y cuya justicia no ha llegado hasta la fecha, a quienes el Movimiento Estatal de las Mujeres (MEM) suele dejar una ofrenda floral.
El cerco también abarcó, por segundo año consecutivo, la placa por el asesinato de la activista Marisela Escobedo Ortiz a manos de Sergio Rafael Barraza Bocanegra, cometido durante la noche del 16 de diciembre de 2010 cuando ella exigía justicia frente a Palacio de Gobierno por el asesinato de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo, de sólo dieciséis años.
