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Recientemente, Mitofsky presentó su encuesta mensual destacando a Cruz Pérez Cuéllar, presidente municipal de Ciudad Juárez, como el alcalde mejor evaluado por la población en Chihuahua. Por su parte, Rubrum publicó otro ranking donde posiciona al mismo alcalde como líder en proximidad y servicios, resaltando su cercanía con los ciudadanos. Sin embargo, el eterno «chico maravilla» de Chihuahua 2000 quedó fuera de ambas listas, a pesar de los esfuerzos por mantener una imagen impecable.
Esto genera cuestionamientos inevitables: ¿quién financia estas mediciones y bajo qué acuerdos? Porque, aunque las encuestas deberían reflejar la percepción ciudadana, a menudo parecen ser herramientas de promoción para quien paga más. Revisar los contratos entre Rubrum y ciertas administraciones podría arrojar luz sobre la influencia del dinero en estas evaluaciones. Al final, los resultados no siempre muestran quién gobierna mejor, sino quién invierte mejor en su imagen.
La campaña del alcalde de Chihuahua, Marco Bonilla, parece estar en marcha de forma extraoficial. Las recientes imágenes donde se le asocia con el estado completo sugieren su intención de posicionarse como candidato a la gubernatura en 2027. Su estrategia apunta a fortalecer su presencia en la población mientras consolida su gestión como líder municipal. Sin embargo, el panorama político es más complejo de lo que parece.
Cruz Pérez Cuéllar, actual presidente municipal de Ciudad Juárez, aparece como la «ficha fuerte» tanto para Morena como para sectores del PAN, lo que lo coloca en una posición privilegiada. Por otro lado, Andrea «La Barbie» Chávez, aunque con popularidad en ciertos sectores, enfrenta críticas por su falta de experiencia y operatividad en comparación con figuras consolidadas como Bonilla o Pérez Cuéllar.
En el PAN, la situación es más incierta. La caballada luce débil: ni Jesús Valenciano ni Miriam Soto parecen tener la proyección necesaria para competir seriamente. Esto deja abierto el espacio para que otras figuras emerjan, aunque la batalla parece estar definida entre Bonilla y Pérez Cuéllar, quienes ya mueven sus piezas para dominar el terreno político del estado.
En el Municipio ya hay tiro cantado y preparan el ring, porque se viene una discusión acalorada en Comisión de Hacienda, donde se analizará y votará otro crédito; ahora por 70 millones, que serán destinados a iniciar una primera de quien sabe cuántas etapas de la comandancia de policía en Punta Oriente.
Si bien, la ley y hasta el Congreso ya aprobó el endeudamiento, el la pelea se dará entre Miguel Riggs ahora de Morena y Luis Villegas en su calidad de presidente de esta comisión, porque ya se anunció que los de izquierda no quieren más préstamos que disque porque la Federación envía muchas aportaciones y es suficiente.
Lo que no sabe el del Morena, es que el del PAN trae preparado una serie de números de los atrasos año con año que el Gobierno Federal devuelve los recursos y por esto, se ven en la necesidad de actuar y comenzar con las inversiones a la de ya, porque sino, se irán los 3 años en un abrir y cerrar de ojos.
Pero también, Riggs se va a empeñar en juntar los presupuestos de cada año y dar el discurso de que se gastarán más de 21 mil millones de pesos y solo se gastarán 600 millones en obras, mientras que el resto en salario, gastos personales y hasta robos.
Si bien, es evidente que son solo palabras y cálculos para hacer alarmante las cantidades, pero pues la operatividad del Municipio requiere más que pura obra pública.
El de Morena le apuesta a la ignorancia de la people y al estilo populacho, para declarar alarmantemente para que la gente se enoje por tanto que gastan los neoliberales y se ríen del pueblo en sus yates, jets privados y piscinas enormes de lujo.
El de la derecha se enfrascará en los números fríos y apostar a la razón, pero pues se sabe que en la política, todo es sentimiento, vísceras, ilusiones, jugarretas y todo menos la verdad. A ver quien sale mejor parado.
En otros lares, el que ya está que no lo calma nada es el empresario, Kike Valles, quien entró en una batalla contra las niñas fifís antitaurinas, porque se aferró a que la próxima corrida de toros de este sábado se va a hacer porque se va a hacer.
Ayer, los grupos simpatizantes de los derechos de los animales se pusieron frente a la Plaza de Todos o Toros o Todes, para asegurar que se suspende el evento por una orden de un juez federal ordenó tal suspensión provisional.
Horas después, sale un comunicado por parte de la organización del evento para afirmar que sí se va a realizar el show, así que quedan 3 días de catorrazos y se van a dar con todo.
El ex candidato a alcalde por Movimiento Ciudadano también público en sus redes sociales videos donde dice que fue atacado y amenazado por algunas personas, que dice vienen por parte de un partido político, así que dice saber contra quien se va a ir.
Otro detalle es que uno de los manifestantes aparentemente de un medio de comunicación le preguntó que si era pariente de Alfredo Adame, lo que le prendió la mecha al empresario.
No cabe duda que aunque el buen Kike tuvo sus años de bonanza en la plaza, la cual tiene mucha historia, ahora tiene mucho más que perder y se suponía que está corrida sería una gran despedida para que en la capital nunca más vuelva la tauromaquia, pero pues no todo sale como se planea.
Tal parece que desde aquella renuncia del PRI que lo anunció en su Instagram hace algunos años, nada le ha salido bien; ni la remodelación de la plaza para espectáculos, ni candidaturas, ni despedías, ni nada.
Ahora, se está enfrentando a una élite que tiene todo el tiempo del mundo para este tipo de manifestaciones y no tienen nada que perder, más que seguir en esta lucha, para luego irse de party o de viaje, mientras que Kike se queda haciendo corajes. A ver si no se infarta.
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