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Tal parece que los de Comunicación Social del Municipio ya se ven en Palacio de Gobierno, porque ya llevan varios días en que le dan prioridad a los representantes de medios de comunicación que cubren la fuente del Estado, mientras que los que hacen base en el Palacio Municipal los dejan vestidos y alborotados.
Anteriormente, era común que la agenda del alcalde, Marco Bonilla, se compartía con los reporteros que acuden a las diferentes ruedas de prensa y eventos municipales, pero tal parece que ya no están muy entre sus planes, porque ahora les dan más “bola” a los periodistas que andan en el Gobierno del Estado. ¿Será que quieren de una vez adiestrarlos para que en 3 años entrevisten a Bonilla si es que llega a la Gubernatura? Un poco arriesgado y demasiada confianza, porque en todo este tiempo que falta, muchas cosas pueden pasar y la vida da muchas vueltas.
El desaire visto a los medios que cubren la fuente se ha vuelto una constante; y tampoco es como si todos los reporteros sirvieran a la oposición o algo parecido, ya que hasta donde se sabe, la relación siempre ha sido muy cordial.
Cantar antes de tiempo nunca es bueno y más en la polaca, pero lejos de la esquizofrenia que abunda en el Municipio, el ignorar a algunos trabajadores que solamente hacen su trabajo, también es una falta de respeto a la prensa; esperemos que no crean que con los tiktoks, el Instagram, snapchat y facebook, es suficiente para ganar todo. Eso lo dijo en su tiempo el ex presidente de Mexico, AMLO, cuando despreciaba a los medios de comunicación y hasta se mofaba. Ojalá no piensen igual aquí en la Capital, porque en Chihuahua son muy diferentes a la mentalidad del Centro-Sur del país.
En otros temas, ¿Alguien sabe qué planean en Bienestar de Chihuahua? Hace varios días que representantes contratados por la Secretaría de Bienestar Federal han acudido de manera indiscriminada por varios hogares de la ciudad para hacer una encuesta, con alrededor de 80 preguntas muy curiosas y sin ningún motivo aparente.
Entre lo más raro, son que se les dice a las personas que la información solicitada es para la entrada del próximo programa de Salud “Médico a tu Casa” en qué doctores o enfermeras acudirán a los hogares a hacer chequeos y supuestamente, apoyar en cualquier situación que requiera atención médica.
Mas extrañas son preguntas que nada tienen que ver con el tema salubre, porque cuestionan sobre la medición del terreno donde habitan, ingresos, pertenencias, horarios de trabajo, escuela, número de habitantes, nombres, edades, pasatiempos; sh, si, algunas si son de salud, pero también curiosas como si alguien de la familia se ha hecho auto tacto rectal.
Según algunos trabajadores contratados para esto, que incluyen en su mayoría adultos mayores, se les obliga a entregar 15 encuestas en el día con las 80 preguntas contestadas, con nombre, dirección y teléfono de la persona encuestada, de lo contrario, no se le pagará el día.
Muchos dijeron que existe un trato muy abusivo y prepotente por parte de los funcionarios federales y no ellos entienden el patrón de preguntas o para que son, ya que no siquiera se les ha dicho que acompañarán a personal médico el próximo año, por lo que solamente será hasta que finalice este año.
Eso si, el traslado, comida y todo, va por cuenta de la misma gente que hace las encuestas; lo más lamentable es qué hay mujeres de hasta 70 años, quienes por unos pesos, se exponen y caminan en la calle con todo y el sol, que todavía en pleno otoño se siente muy fuerte y ni una botella de agua les ofrecen. ¡Válgame los contrastes!
El alcalde Marco Bonilla de Chihuahua enfrenta el reto de su vida: reducir la violencia en una ciudad que ocupa el lugar 47 en el ranking nacional de inseguridad. Sus esfuerzos han mostrado resultados, pero no alcanzan para que Chihuahua salga del listado de las 50 ciudades más violentas del país. Aunque Bonilla intenta mantener la tasa de homicidios por debajo de 30 al mes, el objetivo parece desvanecerse con 27 asesinatos registrados y dos días aún para cerrar el mes. La situación exige una respuesta más contundente, y el alcalde lo sabe.
Sin embargo, la seguridad es una tarea compartida entre los gobiernos estatal, federal y municipal, aunque los ciudadanos no distinguen niveles de gobierno cuando buscan sentirse seguros. México encabeza la lista mundial con 16 de las 50 ciudades más violentas, una estadística alarmante que pide a gritos una estrategia integral. La clave para superar esta crisis radica en la cooperación efectiva entre las distintas instancias de gobierno y en una participación ciudadana que impulse soluciones reales. Es momento de que los líderes de Chihuahua y de todo México dejen de lado las diferencias y trabajen juntos por el bien de todos.
El reciente anuncio del presidente municipal sobre la preparación del presupuesto 2025, con un enfoque en servicios básicos como alumbrado, limpieza, infraestructura y seguridad, parece más una formalidad que un avance. Estos servicios, después de todo, no son un logro excepcional, sino una obligación constitucional financiada por los impuestos locales. Los ciudadanos esperan que el alumbrado público y la recolección de basura funcionen correctamente, dado que pagan por estos a través de derechos en sus recibos de luz. Cualquier administración que se limite a prometer lo mínimo está lejos de cubrir las expectativas de una ciudad que requiere mucho más que lo básico.
Más allá de asignar fondos para cumplir con lo indispensable, el municipio debería impulsar proyectos de inversión que realmente promuevan el desarrollo y la competitividad de la región. Mejoras en la infraestructura vial, el transporte público y espacios comunes pueden cambiar el rostro de la ciudad. En cuanto a seguridad, urge que se implementen sistemas de vigilancia y programas efectivos de prevención del delito. Los servicios públicos deben mantenerse de manera regular y continua, pero el verdadero reto está en hacer de Chihuahua una ciudad competitiva y moderna.