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La Universidad Autónoma de Chihuahua, el pasado viernes marcó el implacable plazo para que 112 estudiantes, que habían luchado con amparos para evitar el pago de su inscripción, se enfrentaran a la cruda realidad. De ese grupo, lamentablemente, solo 99 de ellos se rindieron ante la presión económica, optando por desembolsar la suma necesaria para no ver su semestre desvanecerse en el aire. Sin embargo, una minoría persiste en su resistencia, desafiando el mandato institucional. Aunque se rumorea que más de 500 amparos aún se mantienen en espera de una resolución, las autoridades universitarias insisten en pintar un panorama optimista, esperando que al menos algunas de estas acciones legales fallen a favor de la institución. Mientras tanto, la universidad, en un movimiento cuestionable, anuncia que analizará las circunstancias de aquellos alumnos que se mantienen en la resistencia, insinuando que algunas causas, como el matrimonio o el embarazo, podrían ser motivos válidos para abandonar los estudios, al menos temporalmente. Y como si fuera poco, se agita el fantasma de la politización, con acusaciones de que el partido Morena está manejando los hilos detrás de este movimiento de oposición estudiantil, sumergiendo aún más a la institución en un mar de controversia y desconfianza.
Pues continuando con todo el despapaye de la UACh y los incautos que pensaron que podrían estudiar sin pagar nada, al parecer, algunos dentro de la máxima casa de estudios ya les dijeron a los alumnos que van a tener que dejar de promover cualquier ideología política cercana a MORENA, que aunque les dijeron que era contra cualquier partido, si hicieron hincapié en que nada de los izquierdistas.
Eso si, tal parece que se les olvidó que uno de los causantes principales de este desmanes es Erick Dour, candidato a Diputado por el distrito 06 pero por Movimiento Ciudadano, que llevaba los principales caídos como abogado y que ahora abandonó la causa y prefiere andar en su campaña.
La UACH no solo trae de enemigos a los morenistas, sino también a uno que otro “fosfo fosfo”; total, que todo eso fue a causa de no haber actuado inmediatamente y dejar que se les saliera de las manos; total que los que siempre salen perdiendo son los chavos, porque los que andan en la policía, bien agusto haciendo la campaña. Tachita para los Uachos por dejar que los bichos se les subieran hasta la cabeza.
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Y siguiendo en el mundo polaco, pues ya parece que a unos se les olvida lo que hicieron y otros se los recuerdan.
Resulta que en la travesía de baños de pueblos de los candidatos, se le pregunto a Marco Quezada si también apoyaría a Miguel La Torre, para que volviera a permitir que los artistas toquen narcocorridos en shows públicos y el ex alcalde y actual candidato a diputado federal por MORENA, dijo que sí y que es parte de la defensa a los derechos humanos.
¿Osea como? Primero, recordar que Miguel La Torre, el candidato a la Presidencia Municipal por MORENA ya había apoyado mejorar las sanciones cuando él era diputado por el PAN y la hoy gobernadora, Maru Campos era alcaldesa. Incluso avaló la mentada de madre que hizo a los Tigres del Norte.
Luego, hay que recordar que fue allá por el 2010, que un alcalde de Chihuahua por el PRI, fue el precursor de esta medida en la capital, todo por la situación de violencia que se sentía y mucha de la culpa es por la llamada narcocultura.
Este innovador político y presidente municipal era nada más y nada menos que Marco Adán Quezada, que se vio muy rudo en este caso y comenzaron las modificaciones a los reglamentos, cuyos sucesores siguieron exitosamente.
Nomas que ahora, pues ambos ya dicen que “mi mamá dijo que siempre no”, total que se supone que cuando uno cambia de partido, el pasado se olvida o ¿De que se trata? Ahí usted decida.
