En el escenario político y cultural de nuestro estado, Ale Enríquez ha demostrado un desempeño excepcional llevando a cabo dos eventos que han resaltado en el panorama estatal. Primero, con el FICUU, ha logrado revivir el interés por la música y la cultura. Las plazas llenas de familias disfrutando y conviviendo son testimonio del éxito de este evento, que no solo es un regalo para la población, sino un desafío logístico considerable que Enríquez ha sabido manejar con maestría.
Sin duda, Ale Enríquez ha llevado consigo su pasión por la cultura desde sus días como regidora, y hoy vemos los frutos de un liderazgo destacado en el ámbito cultural. La siguiente estrella en su corona es la Feria del Libro, un evento que ha dejado huella con sus salas llenas, expositores de calidad y la participación de escritores del estado de Guanajuato, que enriquecieron la experiencia cultural. La visita de miles de personas ávidas de conocimiento al centro de exposiciones fue asombrosa, y la Feria del Libro se ha consolidado como un espacio para el fomento de la lectura y el acervo cultural.
En este año, Ale Enríquez no solo ha cumplido con las expectativas, sino que ha superado las barreras, consolidándose como una figura destacada en el ámbito cultural y político del estado. Su capacidad para planear, organizar y ejecutar eventos de esta envergadura demuestra un liderazgo sólido y comprometido con el enriquecimiento cultural de la sociedad chihuahuense.
Parece que, por fin, los morenistas han aprendido de los errores del supremo líder, quien en ocasiones pasadas no manejó de la mejor manera las situaciones de emergencia. Esta vez, con la llegada del frente frío número once, el partido en el poder ha tomado medidas más responsables y proactivas.
En un giro positivo, han anunciado públicamente, incluso a través de la página oficial, la entrada del frente frío. Las dependencias involucradas en este pronunciamiento son la Semarnat, Conagua y el Sistema Meteorológico Nacional. Este actuar demuestra una coordinación entre entidades gubernamentales que, hasta ahora, no había sido tan visible.
Es relevante destacar que estas acciones se llevan a cabo específicamente para el estado de Chihuahua, que sigue pintado de azul. Parece que las dependencias del «Lord de Macuspana» están aprendiendo de sus propios errores y entendiendo la importancia de informar adecuadamente a la ciudadanía.
Esperemos que esta lección aprendida por los morenistas se traduzca en un actuar más eficiente y responsable en futuras situaciones de emergencia. Por ahora, los chihuahuenses debemos estar atentos y prepararnos para el frente frío, sabiendo que, al menos en este aspecto, la comunicación y coordinación gubernamental han dado un paso en la dirección correcta.
En el reciente evento en la ciudad de Camargo, que algunos llaman «acto de campaña» aunque quieran disfrazarlo con nombres más elegantes, la figura de Andrea Chávez se destacó al visitar a los «petroleros» o, como los conocen en la zona, los «carpas». Sin embargo, la realidad es que este sindicato, que ostenta el nombre de petrolero, tiene poco de la industria que representa, ya que la petroquímica en la región prácticamente ha dejado de funcionar, y sus empleados simplemente acuden a pasar la tarjeta, sin realizar actividades productivas.
La situación en la planta es más bien un reflejo del sindicalismo desmedido, que ha llevado a la parálisis de la actividad productiva. La sugerencia sería aplicar la fórmula de Luz y Fuerza del Centro con FeCal, acabar con la ineficiencia y fomentar la productividad. Sin embargo, en lugar de buscar soluciones a estos problemas, la visita de Andrea Chávez parecía más bien una estrategia para promoverse y ganar apoyo en su posible búsqueda de un cargo senatorial o como candidata en algún espacio político.
Mientras la petroquímica languidece, los sindicalizados siguen recibiendo pagos sin aportar a la producción. Es lamentable que, en México, la ecuación parezca ser: a más inactividad, más beneficios. En fin, estas «promociones» políticas siguen siendo un espectáculo que, por desgracia, no ofrece soluciones reales a los problemas que enfrenta la región.
En la arena política, la diputada morenista Susana Prieto Terrazas y el senador Rafael Espino se han enfrascado en un debate sobre los datos relacionados con el empleo en México. Prieto Terrazas desafía las estadísticas presentadas por Espino, quien afirmó que casi el 70% del trabajo formal en el país proviene de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).
La legisladora morenista cuestiona estos números, señalando que de los 22 millones de trabajadores afiliados al IMSS, solo 1 millón 14 mil pertenecen a Mipymes. Además, destaca que 355 mil de estas empresas tienen solo un empleado, mientras que 439 mil cuentan con entre 2 y 5 empleados. Prieto Terrazas sugiere que Espino, representante del sector patronal, busca proteger a grandes empresas bajo el pretexto de defender a las Mipymes.
En este juego de cifras y realidades, la diputada morenista insta al senador a ser congruente y sugiere que su falta de información es vergonzosa. Mientras Rafael Espino es un empresario con décadas de experiencia, inversiones y generación de empleos, Prieto Terrazas destaca la falta de empresas en la trayectoria de su contraparte.