Las autoridades de Brasil temen más invasiones similares a las ocurridas el domingo pasado en las sedes de los tres poderes.
Ayer, personal de seguridad de la estatal Petrobras cuenta con un plan para invadir su terminal Transpetro, ubicada en el noreste de Brasil.
El Sindicato de Trabajadores Petroleros dijo que “personas identificadas con prácticas golpistas” estaban detrás del plan.
Al parecer, pretendían invadir un centro de distribución propiedad de Vibra Energia en el mismo puerto, con el objetivo de interrumpir el suministro de combustible en la región.
Se reforzó el equipo de seguridad en el puerto y la policía militar está trabajando en el lugar, informó el sindicato en un comunicado.
La amenaza se produce cuando Brasil se prepara para nuevas protestas de los partidarios del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro.
En el mismo sentido, el Tribunal Supremo anunció que prepara multas y prisión a quienes bloqueen carretas en vísperas de nuevas protestas.
Además, el gobierno cerró la Explanada de los Ministerios, en Brasilia, ante el riesgo de nuevas protestas violentas.
El domingo pasado, cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron en las sedes de los tres poderes.
En tanto, una encuesta de la empresa Atlas Intelligence reveló que 18.4% de los entrevistados está de acuerdo con “las acciones de los manifestantes que ocuparon el Congreso, el palacio presidencial y la Corte Suprema”.
Por su parte, 50% cree que Bolsonaro es responsable de lo ocurrido.