Gilberto «Zurdo» Ramírez tiene en la mira a Dmitry Bivol desde hace mucho tiempo. Fue su retador mandatorio antes de que Canelo Álvarez apareciera en el camino. El ruso, como era esperable, tomó la pelea con el Canelo pues era lo más conveniente para sus bolsillos. Se sacó la lotería, en el ring y en el banco, pero tiene un fantasma que lo persigue. Es mexicano, está invicto y reclama una oportunidad por el oro mundial.
Originalmente, Zurdo y Bivol tendrían que haber peleado este año, pues el mexicano derrotó a Yunieski González en diciembre pasado, victoria que le abrió la puerta para optar por el título mundial de la Asociación Mundial de Boxeo. Pero los dos millones de dólares puestos en el contrato de la pelea contra Canelo hicieron que Bivol no tuviera problema alguno en aceptar la oferta y postergar al Zurdo, que se ha quejado constantemente por haber sido desplazado con mucha facilidad institucional