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El presidente chino Xi Jinping declaró que fortalecer las relaciones con Rusia es una decisión “estratégica” para asegurar la estabilidad global. Durante una reunión en Pekín con el primer ministro ruso, ambos gobiernos acordaron ampliar su cooperación en energía, agricultura y tecnología.

Xi destacó que su país busca un mundo “multipolar”, donde ningún Estado imponga sus reglas. Esta visión contrasta con la influencia de Estados Unidos y sus aliados, y refuerza la idea de que China y Rusia buscan actuar como contrapeso en el escenario internacional.

El encuentro también incluyó acuerdos para impulsar el comercio en monedas nacionales, evitando el uso del dólar. Esto representa un paso más en la cooperación económica entre ambos países y una forma de reducir el impacto de las sanciones occidentales.

El gobierno ruso agradeció el apoyo de Pekín y afirmó que China ha sido un “socio confiable” durante los años más difíciles de su conflicto con Ucrania. Aunque China no participa directamente en la guerra, ha mantenido una posición ambigua, llamando al diálogo pero sin condenar a Moscú.

Analistas consideran que esta alianza fortalece la posición de China en Asia y le permite ampliar su influencia en regiones como Medio Oriente, África y América Latina. Además, el intercambio energético asegura a Pekín un suministro constante de petróleo y gas a precios preferenciales.

Sin embargo, también existen tensiones internas en la relación. Algunos empresarios chinos han mostrado preocupación por invertir en un país bajo sanciones internacionales. Aun así, el gobierno central impulsa estas asociaciones como parte de su plan de desarrollo a largo plazo.

La “amistad sin límites” entre ambos países también tiene un componente político: se presenta como un mensaje al mundo de que existen alternativas al modelo occidental. Para Moscú, el respaldo de Pekín es clave para resistir el aislamiento diplomático.

Con esta reunión, Xi Jinping busca consolidarse como un actor global indispensable, capaz de mediar, negociar y mantener vínculos con las principales potencias, incluso en tiempos de guerra.