Chihuahua, Chih.- La confirmación por parte de autoridades estatales y del Presidente, Andrés Manuel López Obrador, en representación de la federación, del la ejecución de José Noriel Portillo Gil, alias `El Chueco, conmocionó a la Diócesis de Tarahumara, en comunicado de prensa, lamentó la situación de violencia e inseguridad que vive la región serrana, así como el resto del país, la cual calificaron de «Preocupante».
Denunciaron que la inseguridad en la región, no es producto de hechos aliados, y que las acciones violentas registradas en Cerocahui, municipio de Urique, en donde fueron acribillados dos sacerdotes jesuitas el pasado 20 de junio del año pasado, se trata de estructuras perfectamente sistematizadas lideradas por el crimen organizado.
Lamentaron que aquellos hechos resulten en más víctimas mortales, «¡Esto no es lo que nosotros esperábamos y menos, queríamos!, si bien la organización religiosa siempre abogo por justicia para sus compañeros asesinados, afirmaron nunca pedir la cabeza -físicamente- de ningún implicado, «ciertamente, reconocemos todo el esfuerzo que han hecho y hacen las autoridades por hacer justicia ante la muerte de nuestros Sacerdotes«.
La comunidad católica en la zona serrana abogó por una reestructuración del tejido social, y no por una confrontación directa contra las bandas criminales, que desde el año 2006, momento en que el expresidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, inició la llamada «Guerra contra el crimen» y que tiene sumido al país en una espiral de violencia sin precedentes.
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