Un día después de la operación militar de Azerbaiyán en el enclave de Nagorno Karabaj se reportan al menos 200 muertos y 400 personas, según un nuevo balance de los separatistas armenios.
«Hay al menos 200 muertos y más de 400 heridos», dijo el defensor de los derechos de Nagorno Karabaj, Gegham Stepanian, en las redes sociales.
Entre los fallecidos hay al menos diez civiles, incluidos cinco niños, dijo.
Además, otros 40 civiles, entre ellos 13 niños, resultaron heridos.
Anahit Manassian, un funcionario armenio a cargo de la protección de los derechos humanos, dijo que el sistema de salud estaba «paralizado» en el enclave, lo que impide que los residentes reciban «primeros auxilios». También aseguró que es posible que la cifra de muertos aumente en próximas horas.
«Los derechos fundamentales de las personas son ampliamente violados», agregó, acusando a Azerbaiyán de una política genocida.
Azerbaiyán clama victoria
Por la mañana de este miércoles el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, aseguró que su país había recuperado en una victoria relámpago por primera vez en décadas el control del enclave de Nagorno Karabaj contra los separatistas de este territorio de mayoría armenia.
«Azerbaiyán restauró su soberanía como resultado de exitosas medidas antiterroristas en Karabaj», dijo Aliyev en un discurso televisado.
Por su parte, los separatistas anunciaron la firma de «un acuerdo sobre un alto completo de las hostilidades con la mediación del mando de las fuerzas de paz rusas».
El contingente de paz ruso, desplegado en la región desde el final del último conflicto en 2020, afirmó que no se había registrado ninguna violación del alto el fuego.
Sin embargo, dos soldados rusos fueron confirmados como muertos hoy cuando su automóvil fue blanco de disparos, anunció el ministerio de Defensa en Moscú.
Por su parte el presidente Vladimir Putin indicó que las fuerzas de paz rusas mediarían en las conversaciones iniciales el jueves en la ciudad azerbaiyana de Yevlax sobre «la reintegración» de este territorio en Azerbaiyán.
Hikmet Hajiev, asesor de Aliyev, aseguró que Azerbaiyán tiene «el objetivo de la reintegración pacífica de los armenios de Karabaj» y de una «normalización» de las relaciones con Armenia.
Ante el conflicto, más de 10 mil personas, entre ellas mujeres, niños y ancianos, tuvieron que desplazarse dentro del territorio, según el defensor de los derechos humanos del enclave.
Primer ministro armenio presionado para actuar
La capitulación de los separatistas ha aumentado la presión sobre el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, criticado por no enviar ayuda a Nagorno Karabaj.
Este miércoles miles de manifestantes se concentraron ante el gobierno. Pashinyan «tiene que irse, no puede dirigir el país», dijo uno de ellos, Sarguis Hayats, un músico de 20 años. Algunos lanzaron botellas y piedras a la policía.
En este sentido el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev dijo en su discurso que «apreciaba» el hecho de que Armenia haya demostrado «competencia política», en referencia a qué no quiso acudir en ayuda de los separatistas.
«Las unidades armenias ilegales han comenzado el proceso de retirada de sus posiciones. Aceptaron nuestros términos y comenzaron a entregar las armas», dijo Aliyev en su discurso televisado.