En el marco de la conmemoración del aniversario de nuestra Constitución, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la ministra Norma Piña, aprovechó el espacio para dejarle clara su postura al Presidente con respecto al camino que va a seguir el Poder Judicial y de paso nos dio una lección a todos los mexicanos y mexicanas sobre lo que es la división de poderes. El gesto fue aplaudido o atacado, a nadie dejó indiferente.
La ministra ofreció su discurso en Querétaro. Estaban con ella el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, y el Presidente López Obrador. Lo primero que llamó la atención fue que, ante la llegada del mandatario, la ministra no se puso de pie, lo que fue motivo de crítica para los aduladores del Presidente, ahora disfrazados de puristas; y fue motivo de aplauso para todos aquellos que reconocemos, en ese gesto, la valentía y compromiso de una mujer que está convencida de que el respeto que todas y todos le debemos a la Constitución y al Poder Judicial debe ser total.
Lorenzo Cordova, presidente del INE, un órgano sumamente atacado por el titular del ejecutivo y por Morena, calificó la intervención de la ministra como: “Gran discurso de la Ministra Norma Piña, Presidenta de la SCJN, ayer en Querétaro, resaltando la independencia judicial como principio central de la vida democrática, en tiempos en los hay quienes ven en la Constitución algo prescindible en aras de sus intereses políticos” y, por su parte, el vocero del Presidente, Jesús Ramírez Cuevas señaló que: “En el acto del 106 aniversario de la Constitución mexicana fuimos testigos de la vitalidad de nuestras instituciones con un debate de ideas entre los representantes de los tres poderes de la Unión. Resulta desafortunado que no todos respetaron el protocolo de la ceremonia». Así, con eso se quedó: el protocolo de la ceremonia y lo que según él pudo ser una falta de respeto.
Pues es que no hay forma de que reaccionen de otra manera. Para Morena y para los aduladores siempre va a ser mucho mayor el agravio que se le pueda hacer a la figura de su mesías que el ataque perpetuo que éste lanza un día sí y otro también sobre las Instituciones que se le oponen, no por una cuestión personal como él pudiera creer, sino por el hecho de que en un país democrático debe prevalecer el respeto a la Constitución y a la división de Poderes.
La ministra defendió la independencia del Poder Judicial el cual, dijo, es pilar de la democracia en México. “No es un privilegio de los jueces”, sino el principio que garantiza una “adecuada impartición de justicia”. “Esto ayuda a hacer efectivas las libertades y la igualación de los ciudadanos mexicanos”. “La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad del Poder Judicial, siempre, en beneficio de la sociedad”. Y convocó, con el Presidente ahí a un lado, a trabajar por el bien del país con base en lo que establece la Carta Magna “para dar ejemplo de que en la unidad nacional somos dignos herederos de nuestra historia”.
Ya para cerrar, dejo esta parte de su discurso que da cuenta de la figura que es la presidenta y el gusto y la confianza que inspira que una mujer como ella encabece la Suprema Corte de Justicia de la Nación: “Por primera ocasión en nuestra historia una mujer preside el Poder Judicial de la Federación, no es un logro personal, es un indicativo de avance social, sepan todas y todos que trabajaré porque esta representación en el Poder Judicial Federal se traduzca en una auténtica reducción de las brechas de género y consecuentemente en una sociedad más justa e igualitaria”.
Lic. Francisco “Paco” Navarro.