Ciudad de México.- El gobernador de Texas, Greg Abbott, dio un nuevo paso en su agenda de seguridad fronteriza al promulgar un paquete de leyes destinadas a frenar la llegada de inmigrantes y el tráfico de drogas.
Entre las medidas, se ha designado a los grupos criminales y los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras en el estado de Texas, lo que implica un endurecimiento de las penas estatales para aquellos involucrados en actividades delictivas relacionadas con estas agrupaciones.
Además, Abbott anunció la implementación de una «nueva barrera de boyas» en el río Grande como parte de estas medidas.
El paquete de seis leyes incluye una medida que amplía la autoridad de los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos para realizar registros y arrestos en los puntos de control fronterizos en Texas.
Otra medida autoriza el uso de aviones no tripulados por parte de las fuerzas militares de Texas para vigilar la frontera con México.
Una de las leyes también otorga al gobernador de Texas la capacidad de coordinar y ejecutar acuerdos con otros estados para reforzar la seguridad fronteriza sin necesidad de la aprobación del Congreso de Estados Unidos.
Abbott afirmó que ha firmado estas leyes con el objetivo de «garantizar que Texas pueda hacer aún más para detener la inmigración ilegal» y proporcionar nuevas herramientas para proteger a los ciudadanos de Texas y a los estadounidenses de la crisis en la frontera.
Desde la llegada del presidente Joe Biden a la Casa Blanca en 2021, Abbott ha criticado la política de la Administración demócrata, acusándola de mantener abiertas las puertas en la frontera y de causar una crisis sin precedentes.
Barreras flotantes
En línea con su compromiso de fortalecer la seguridad fronteriza, Abbott también anunció la instalación de barreras flotantes para prevenir los cruces ilegales en puntos críticos a lo largo del río Grande.
Estas barreras, compuestas por boyas, se desplegarán inicialmente en una extensión de 300 metros cerca de Eagle Pass, en el condado de Maverick.
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, coronel Steven McCraw, explicó que estas boyas son móviles y pueden ser desplegadas rápidamente para adaptarse a las necesidades cambiantes en la frontera.
Abbott espera que el Senado de Texas apruebe otro paquete de leyes relacionadas con la inmigración y la seguridad fronteriza.
Una de las propuestas clave, que buscaba establecer una sentencia de cárcel obligatoria de al menos 10 años para aquellos involucrados en el tráfico de inmigrantes ilegales en Texas, no pudo avanzar en la Cámara Baja del estado.
Las críticas hacia el paquete de leyes no se hicieron esperar por parte de organizaciones latinas.
Dani Marrero Hi, subdirector de La Unión del Pueblo Entero (LUPE), expresó su descontento en un comunicado, afirmando que Abbott ha optado por destinar los recursos del estado a financiar operaciones fronterizas «inútiles» en lugar de abordar las necesidades urgentes de infraestructura del estado.
El activista también condenó al liderazgo estatal por no priorizar el bienestar de las familias y las personas que residen en la frontera, en lugar de enfocarse en juegos políticos y tácticas que parecen estar destinadas a captar la atención televisiva.
Estas críticas resaltan la polarización y la tensión que rodean las políticas de seguridad fronteriza en Texas, donde existen opiniones encontradas sobre las estrategias implementadas por el gobernador Abbott y la Administración estatal.