IMAGÍNESE que le quieren vender un automóvil, pero el dueño del vehículo le pone como condiciones que usted lo paga, pero no podrá manejarlo y tampoco podrá decidir a dónde ir. Justo así es como pretende Andrés Manuel López Obrador atraer a empresarios de Estados Unidos.

SI YA de por sí la visita a Washington resultó bastante intrascendente, el presidente se encargó de darle la puntilla al revelar que las supuestas inversiones en energía solar que llegarían al país están condicionadas. Básicamente lo que AMLO quiere es que los proyectos de energías limpias sean al gusto de la Secretaría de Energía, que sólo piensa en combustibles fósiles; y que tengan como socios a la CFE, que es la principal opositora a ese tipo de generación eléctrica.

ES DECIR, López Obrador quiere que los inversionistas compren el auto, que lo maneje Rocío Nahle y que Manuel Bartlett vaya de copiloto y mecánico. ¡Ofertón!

VAYA mano izquierda que demostró Adán Augusto López allá en Nuevo León, pues resulta que nombró como delegado de Gobernación… ¡a un priista! Se trata de Héctor Gutiérrez de la Garza, quien, sin haber renunciado a su militancia tricolor, ya se dio de alta en las filas del gobierno guinda en un estado naranja. Política en technicolor.

A PROPÓSITO de priistas, ante el escándalo que envuelve a Alejandro «Alito» Moreno, ha llamado muuucho la atención el silencio de los actuales gobernadores del PRI. Si bien se han mantenido ajenos a las críticas a su dirigente, también ha sido más que evidente que no han salido a defenderlo.

Y NO debe ser mero olvido, pues cada uno de ellos seguramente le tiene guardados viejos reclamos al campechano, toda vez que desde que llegó a la dirigencia se agandalló presupuesto y candidaturas. El ejemplo más claro fue Hidalgo, donde de plano les dio la vuelta a los acuerdos con Omar Fayad para imponer a Carolina Viggiano, que terminó perdiendo.

ASÍ QUE nadie se espante si los gobernadores priistas simplemente se sientan a ver cómo se hunde «Alito» en sus propias broncas.

EL QUE anda muy ilusionado con presidir la Mesa Directiva del Senado es José Narro Céspedes, fundador del PT y ahora senador por Morena.

Hace unos días presumió tener el apoyo de la mayoría de sus compañeros de bancada, aunque quienes saben del asunto dicen que su anhelo se sustenta en que siente que «se la deben». ¿La razón? Porque el año pasado desde Palacio Nacional le dieron esperanzas de que sería el candidato a la gubernatura de Zacatecas, pero a la mera hora el dedazo fue para David Monreal. A ver si es cierto que se la pagan.

SI quieren medir cómo le fue a AMLO en su visita a Joe Biden, nomás es cosa de ver que el único mandatario que lo felicitó fue… ¡Nicolás Maduro! Exitazo.

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