Las placas
De plano el proceso de replaqueo se ha complicado mucho más de lo que se tenía planeado.
Parece que José Granillo no calculó bien las cosas y el tema de las placas ha venido a afectar la imagen de todo el Poder Ejecutivo estatal.
Se entiende perfectamente la razón del replaqueo, Duarte y Javier Corral dejaron a Chihuahua sin dinero, no había ni para la nómina, la recaudación era necesaria y con ella la bajada de la popularidad.
Sin embargo, el que no se hayan entregado las placas al momento del pago y que se haya que tenido que esperar meses para este proceso, habla de una pésima coordinación en la Secretaría de Hacienda, pues no se sabe si se debe a que el proveedor de los metales no les quiso fiar o sí de plano la comunicación no fluyó.
La suspensión en la entrega de placas solo viene a ensuciar aún más el proceso y a dañar la imagen de la administración de forma innecesaria, pues el cuento de que es para mejorar, no se lo cree nadie y la rumorología no se hace esperar.
Ya se habla de que no le llegó el pago completo al proveedor y por eso no mandó todo el embarque o que se les acabaron los metales y no les han llegado los demás.
Sea como sea, el daño ya está hecho y la administración debe de poner todo de su parte para tratar de levantar la afectada imagen que les dejó el replaqueo.
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AMLO y Maru
Durante el fin de semana se dio un suceso que generó muchos comentarios llenos de grilla en quienes siguen la política local y nacional.
Y es que Lopitos anduvo por Sonora durante el fin de semana, no obstante no invitó a Maru Campos a que se uniera, cuestión que muchos tomaron como un desaire y una confirmación de qué hay una ruptura en la relación entre ambos funcionarios.
Por su parte, Maru se fue a Durango a dialogar con la gente de aquella entidad y al parecer hubieron buenos resultados.
Haya que dejar muy claro que no hay tal ruptura, Maru y AMLO siguen siendo tan amigos como siempre, solo que en Sonora fue reunión de chairos y ahí no cabía Maru.
Por otro lado, el que haya una buena relación política entre Maru y el Peje, no significa que sean mejores amigos o que se quieran de a deveras, sino solo que ambos saben jugar muy bien a la política y llevan la fiesta en paz.
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Las presas
El tema de las presas de Chihuahua tiene preocupados a todos los productores de la entidad, sobre todo a los de la zona centro y sur.
La sequía y la pésima administración del agua que ha tenido la Federación en Chihuahua ha traído como consecuencia que La Boquilla y los demás presas de la entidad estén a punto del colapso.
Se habla de que en La Boquilla está por llegarse al 20% de su capacidad, con lo que tendrían que cerrarse las compuertas, aunque aún falten millones de metros cúbicos para llevar a los campos, esto según el ciclo agrícola que va corriendo.
La discusión que tiene la Federación sobre si se lanzan bombas de yoduro de plata para provocar lluvia es completamente innecesaria.
Es evidente que se deben de realizar todos los esfuerzos que estén a la mano de las autoridades para que esta situación se revierta y se disminuya el peligro del colapso de las presas.
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Grilla externa
La rumorología traen entre dientes que hay un desacuerdo entre Marco Bonilla y Maru Campos, según dicen, la relación está fragmentada y con el tiempo va a empeorar.
Según se sabe no hay tal cosa, lo único que se puede percibir es un distanciamiento de Bonilla hacia Maru por obtener una imagen más autónoma y menos arraigada a la administración estatal.
Pero lo anterior no significa que las relaciones se hayan roto o que de plano haya pleito entre ambos mandatarios.
Todo parece ser obra de los chismes y de la grilla externa de quienes quieren generar ruido al interior de las administraciones.