El gobierno del estado ha decidido aplicar un análisis tipo FODA a su equipo de primer nivel, identificando amenazas y áreas de mejora. En este contexto, quien se retira de la coordinación fue considerado como una debilidad no por falta de capacidad, sino por su estilo de gestión, que se centraba en pedir favores y tratar de desplazar a personas incómodas. Sus intentos por manipular el entorno y hacer que despidieran personas no prosperaron, y al final, su falta de tacto y eficacia lo dejaron fuera de la jugada.
Ahora, el gobierno apuesta por Sergio Ramírez, quien llega con una sólida trayectoria en el manejo de medios y crisis, buscando no solo mejorar la imagen de la gobernadora, sino también del equipo del estado. Ramírez ya está trabajando desde la semana pasada, enfocado en fortalecer las relaciones con comunicadores y reforzar lo que estaba debilitado. Su experiencia promete consolidar un área clave para la administración, transformando las debilidades en nuevas oportunidades de crecimiento.
La esperanza del PAN en el Senado de la República empezó con el pie izquierdo, porque el depositar toda la confianza en Mario Vázquez, no es muy viable, que no le salió la cosa como pensaba.
Se suponía que iba a ir con todo contra Javier Corral al llamarlo prófugo de la justicia justo en el pleno y que quedaría como un mentiroso que se esconde tras el fuero; estrategia que se veía normal, pero no llegó a mayores, ya que el ex gobernador está bien cobijado por Morena que tiene mayoría y hasta le dio la palabra para que se defendiera.
El “Corralitos” o “cretino” como le llaman algunos, se quiso lucir al decirle a Vazquez que es un peón de la gobernadora y que no hace nada por Chihuahua, además de sacar la vieja confiable de decir que es un perseguido político y aunque se quería armar el debate y circo, fue silenciado todo el alboroto por el presiente de la mesa directiva, Gerardo Fernandez Noroña; total, que es muy poco probable hacer algo en el Senado y más cuando el inge está todo solito sin aliados ni respaldo de nada.
Tal parece que Corral va a poder hacer lo que se le pega en gana bien protegido y aunque sea perseguido por la justicia y hasta pruebas haya, será totalmente arropado para que no le toquen al “niño”; lamentable lo de Mario y más lamentable lo de Corral y Morena juntos, la polaca y la justicia en México es un chiste.
Donde la cosa se pone candente es en la supuesta alianza PRI-PAN en la capital, que parece tambalearse más que un castillo de naipes. El presidente estatal del PRI, Alejandro Domínguez, no ha logrado concretar su negociación para asegurar puestos clave, y ahora se rumora que ha quedado como «la novia de las dos tortas». El golpe llegó cuando, a último minuto, le dieron la espalda a su candidato, Ricardo Santana, y en cambio, se respaldó a la regidora electa, Rosa Carmona, gracias a un acuerdo «en corto» con el alcalde que resultó más efectivo.
En este culebrón político, los veteranos también sufren: el operador de toda la vida, Ricardo Santana, podría ser desplazado por Óscar Derma, segundo al mando del comité municipal del PRI. Todo indica que, esta vez, «pudo más el pájaro que la escopeta», y el caos dentro de la alianza no hace más que comenzar. ya estamos viendo como Alex Dominguez solo se amarró él y dejó bailando a los demás, y lo peor que tenga más peso la regidora Carmona que el presidente estatal.
La gobernadora del estado elogió a Miriam Soto, destacándola como una «chingona» por su labor en Chihuahua, lo que ha despertado rumores sobre su posible candidatura a la gubernatura por el PAN. Aunque Soto ha mejorado algunos aspectos de su municipio, pasar de administrar Ciudad Meoqui a un estado entero es un reto monumental. Las habilidades necesarias para gobernar un estado superan el carisma o la experiencia en una pequeña población, y la transición sería casi inimaginable. ¿Tiene Miriam Soto lo que se necesita para superar este desafío? Solo el tiempo lo dirá.