Un video difundido muestra a un grupo de civiles armados en la cabecera municipal de Guachochi, acusados de colocar narcomantas contra delincuentes rivales. Se ven ocho camionetas con individuos portando armas largas, chalecos balísticos y máscaras. Según testimonios, su presencia fue cerca de la Universidad Tecnológica por la mañana.
Fotografías también revelan una manta con amenazas y una declaratoria de «toque de queda», exigiendo que la ciudadanía no salga después de las 10 de la noche. Las autoridades aún nsigues ajenas a este tema, y no han dado a conocer nadita de esta melodía que suena en la sierra.
Pues ya ni cómo negar lo evidente, que en Estado está sobrepasado en seguridad, tras la enorme cantidad de homicidios que se presentan dos con dos y todo a causa de la guerra interna entre bandas del crimen organizado, pero más que nada por la nula estrategia efectiva de las corporaciones.
Tal parece que la SSPE y la FGE le está apostando a que se eliminen entre ellos, mientras que en la población crece el temor de que algún día paguen justos por pecadores.
Ya ni los actores políticos pueden defender las estrategias que tanto critica la izquierda, porque son tantos factores como el huachicoleo, tráfico de personas, venta de drogas, lo que causa que las ejecuciones estén diariamente.
Lo que no está contando la autoridad es que cuando ocurre un incidente como este, no solamente crece la percepción de inseguridad sino el quiebre del entorno social y familiar de los ví timados, porque no son autómatas solitarios, sino gente que tiene hijos, son padres, madres, son hermanos, amigos y cada muerte afecta a un gran número de personas, sin mencionar que si esto ocurre en las cercanías o dentro de un negocio, también afecta la economía, porque todo está conectado.
Son mil 99 sucesos en la entidad y tan solo en la capital del estado van 226, cifras alarmantes, que no pueden ocultarse.
El discurso de que es de orden federal y que le corresponde al Gobierno Mexicano atenderlo, ya se acabó, porque al final del día, la autoridad que gobierna el estado es a la que los ciudadanos le piden respuesta.
Algunas personalidades de la derecha y mismos dirigentes de corporaciones ya reconocieron que la situación es grave y se supone que ayer, tuvieron reunión de emergencia para este punto, así que mínimo se espera que las estrategias de seguridad cambien y den los resultados deseados.
Otra alarma está presente en la UACH, donde sigue en el limbo la situación de los amparos promovidos por 691 estudiantes, quienes todavía pretenden no pagar inscripción, al buscar su derecho a una educación gratuita, pero como ya van a entrar a vacaciones, las áreas jurídicas de la institución pospondrán esto hasta el regreso a clases.
Aunque todavía está el proceso pendiente, los pudieron presentar los exámenes y concluir el semestre, pero con reservas todavía porque no se ha fallado ni a favor o en contra de ellos y todo podría tardar meses o quizás años. Eso, más los agregados que quieran hacer lo mismos el próximo semestre.
A pesar de que los alumnos fueron engañados con falsas promesas, la universidad no tomó en serio estos amparos y permitieron que se le saliera de las manos, algo que pudieron evitar tan solo tratando con seriedad el problema, pero más gusto andar en la política y protagonismo que atender lo que le corresponde.
Si todo el fiasco que dejó el ex rector Luis Fierro, fue icónico por su pésima gestión, principalmente por el fracaso de un supuesto nuevo modelo educativo, que no sirvió ni para el arranque y la colera de los estudiantes, ahora con tantos problemas, Luis Rivera Campos, también se perfila para entrar en el top 3 de los peores dirigentes de la llamada “máxima casa de estudios de Chihuahua”.
Todo esto, solo por no tomar las cosas en serio, no ponerse los pantalones correctamente, apretar donde no se requiere y soltar la rienda a diestra y siniestra.
A ver qué pasa en el próximo ciclo escolar, donde los pendientes quedan y nuevos estudiantes con sueños y ansias de aprender, podrían volver a ser envueltos en conflictos políticos y los únicos que pierden son ellos. Ojalá la educación pese realmente sobre cualquier interés personal, económico o político.