Alguien debería de avisar a la administración de Marco Bonilla que, al menos disimulen la información que dan a conocer en las ruedas de prensa del comisario Julio Salas, sobre todo con temas tan delicados como la seguridad en los planteles educativos.
Con bombo y platillo anunció que la famosísima patrulla Dare, esa que nada más ocupa un edificio en la Mirador, porque los índices de consumo de drogas andan por lo cielos; ni siquiera se ha visto pasar por el bachilleres uno, menos va a llegar a atender la situación.
Y es que, desde que algunos descubrieron “el hilo negro” del narcomenudeo en el tradicional plantel de los “tazos dorados” de Chihuahua, las madres y padres de familia pegaron el grito en el cielo, no sin antes darle una buena revisada a la mochila de sus hijos e hijas para ver que pueden cargar en ella.
De perdida que le pongan en edición una patrulla DARE afuera del plantel, porque esa puntada de decir que ya andaban atendiendo el caso, ni ellos se la creyeron.
Estuvo buena la exhibida que le dio la diputada Brenda Ríos de Morena al famoso Cartel Inmobiliario aquí en la ciudad sobre todo en la zona sur, en donde los servicios básicos en esos fraccionamientos de reciente modelo, son verdaderamente un lujo; bueno, digamos que con que pase el servicio de basura el día que le toca, ya es motivo de hacer fiesta.
No estaría por demás que en ese cartel inmobiliario entren también las y los regidores de la capital del estado, no está por demás aventarse una sesión de cabildo para que se chequen cuantos nuevos fraccionamientos y edificios de condominios aprueban por juntita, en donde las galletas y café para la raza y los medios no pueden faltar.
Da lástima ver cuanta casa de cualquier nivel socio económico está sin habitar, porque a la gente le gusta eso de lucirse con una casita de modelo reciente en las zonas fifís de Chihuahua, ni que decir de los condominios, a esos que le hacen el feo los chihuahuas porque no tienen cochera y frente para parar los carros ni patio para la carnita asada.
Pa’ acabarla de amolar, todas las exhibidas de irregularidades en desarrollos habitacionales, la mayoría, aprobados en Cabildo allá del 2018 al 2020, están siendo omisos en la Dirección de Desarrollo Urbano, donde la titular, Adriana Díaz, ni siquiera se ha tomado el tiempo por revisar y menos, de recibir a quejosos; y eso, que en aquellas fechas ella era la responsable de aprobar, ya que era la presidente de dicha comisión.
Una lástima que entre todos los cambios que realizaron con la nueva administración municipal, se quede el “caballo negro”, nomas por peticiones de Palacio de Gobierno y el amiguismo; eso si, mucha amistad, pero no por la cabeza les ha pasado llevársela al Estado, no vaya a hacer y provoque más desastre.
Mejor, que la lidien en el Ayuntamiento y se sienta como princesa duquesa sin ser molestada y mientras, las broncas por desarrollos mal hechos estarán a la orden del día; ahí, la diputada antes del Verde y ahora Morenista, se va a agarrar y no va a soltar el tema hasta que el Municipio reaccione.
Por otro lado, vaya disgusto que se llevó Luis Villegas, que recientemente instaló su comisión de Hacienda en el Ayuntamiento, porque al parecer, no le dejaron nada de nada y a empezar casi de cero.
Bien que se fue enojado el ex regidor, Paco Turati, que mejor entregó llaves y ahí que se arreglen; así que el actual regidor presidente ha pedido a la tesorera, Amanda Córdova, que le apoye porque nomas no ha podido ver nada de números y eso que ya está próximo revisar el Presupuesto de Egresos.
En otros lares, que lamentable que algunos medios de comunicación anden especulando y determinando cosas donde no las hay; esto, como fue hace unos días cuando Chela Ortiz, tuvo una reunión de festejo para uno de sus amigos y aunque hubo varios rostros interesantes del priismo más acérrimo, solo fue una fiesta.
Lo malo, es que por ahí, salió a la luz de que era un cónclave del PRI para salirse de la alianza con el PAN; que ahora andarán con Morena o que se planea una reestructuración.
La única realidad es que fueron amigos de muchos años y que se reúnen frecuentemente para beber, comer y divertirse. Solo que algunos que se dicen periodistas, no pueden creer que entre los militantes haya amistad y siempre se esté confabulando para algo, ¿Que no recuerdan sus buenos tiempos en el Yellow? Bueno, como dicen, “El león piensa que todos son de su condición”; tantito raciocinio y no raciosimio.