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Con la campaña electoral llegando a su fin, Carlos Ramos emerge como el claro favorito para ocupar la presidencia seccional en el municipio de Chihuahua. «Carlos el Charrito» Ramos, como es conocido, ha demostrado una vasta experiencia y un historial impresionante como gestor de cientos de solicitudes, lo que lo convierte en el candidato ideal para liderar a la comunidad.
Ramos ha sobrevivido a diversas atrocidades en el seccional, lo que habla de su resistencia y determinación. Su liderazgo y capacidad para abordar los desafíos locales han ganado el respaldo de la comunidad.
Aunque hay otros contendientes, la realidad es que no tienen el mismo nivel de reconocimiento ni apoyo. Carlos Ramos es una figura conocida y respetada, un líder natural que ha demostrado su compromiso con el bienestar de la comunidad.
No sorprenderá a nadie cuando Carlos Ramos salga victorioso el próximo domingo.
Tal parece que la Fiscalía le tiene preparado un recado al alcalde Marco Bonilla, en el sentido de que ya anda dándoselas de vocero de la justicia contra el crimen organizado.
Cada que puede, el edil que primero fue y se proyectó con Ricky Martin y ahora este pasado fin de semana con la Trevi, sale a dar datos de detenciones, incidencia delictiva y demás, las cuales no dan casi siempre con los datos oficiales, pero no menciona los 354 muertos de este año que están bajo su administración, y que como va la cosa cerrará por arriba de los 400 asesinatos en este 2024.
A ver si al rato no se autodenomina el vocero de las causas imposibles, con tal de seguir figurando
Y en los lares municipales, muy padre que poco a poco se van digitalizando los trámites para los ciudadanos a fin de no dar tantas vueltas de pisos en pisos y hasta de edificios. Todo para acabar con la burocracia.
Nomás que nadie dijo que la burocracia interna se incrementaría a niveles estratosféricos; ya gran parte de los funcionarios están retehartos por tanto gasto de hojas por oficio y oficio para hacer su trabajo, salir a comer, y gastar hasta una mísera pluma; como que para todo debe quedar evidencia física; ya nomas falta que haya checador para ir al baño.
Según dicen, todo fue petición de Vero Rodulfo, la directora de Planeación y Evaluación, que porque no debería haber cabida para algún caso de corrupción, ni de quien maneja algo de recursos ni para los que trabajan, así que todos estos procesos sólo han logrado que se retrase mucho la chamba y no se diga el estrés provocado, principalmente al personal operativo.
Ah, pero no todo es molestia para los funcionarios; ya la población está sufriendo de la burocracia y esquizofrenia de los altos funcionarios. Ahora que abrieron las nuevas oficinas de Desarrollo Humano al ladito del Congreso, se suponía que la atención mejoraría, pero pues solo una carpa afuera y sillas porque las “Offices” no están listas.
Pues solo imagínese para quienes viven en las orillas de la ciudad, que para llegar al Centro, tienen que gastar 24 pesos o 22 pesos de ida y otro de regreso para casi perder 50 “morlacos” a fin de tener algo de apoyo.
Se supone que para los recursos de apoyo a personas en situación de vulnerabilidad, cuando acuden a las oficinas municipales, no solo se les pide un recibo de agua o luz (actualizados y hasta pagado), la INE, una carta escrita impresa dirigida al alcalde, al director de la dependencia, a la secretaria, al personal auxiliar y hasta al guardia, y a ver si pasan un estudio socioeconómico de unos 20 o 30 minutos, para que regrese más tarde a ver cuando le hablarán a fin de recibir su apoyo en especie. Hasta para una despensa de esas raquíticas con productos casi caducos se necesita comprobar como si fueran millones en una licitación. Pos la travesía de un ciudadano que vive en asentamiento indigena o en la periferia, es un calvario poder ir a ver si le ayudan. En caso de regresar otro día, deberá conseguir otros 50 pesos para que ojalá reciban algo, un hule, despensa, ingresos (qué son vía cheque y se debe cambiar en tesorería para dar otro e irse a un Santander para cambiar unos 500 pesos como máximo), así que la “burrocracia” en el Municipio está muy lejos de acabarse.