NOTICIAS CHIHUAHUA
La inminente salida de Roberto Fuentes de la Secretaría del Ayuntamiento, tras ser electo como magistrado civil, no solo representa un reconocimiento a su trayectoria, sino también un reto mayúsculo para la administración municipal. Porque no se trata de cubrir una silla vacía, sino de mantener el nivel de eficacia, discreción y responsabilidad que Fuentes imprimió en el cargo. Quienes lo conocen saben que no es de los que se despiden dejando las puertas abiertas para que cualquier improvisado entre; al contrario, advirtió que, llegado el momento, recomendará al alcalde perfiles que estén a la altura, dejando claro que su relevo no puede ser cualquier hijo de vecino.
Te puede interesar: Respalda GPPAN a Gobierno del Estado por acatar indicaciones del Poder Judicial y detener distribución de LTG
Y es que su desempeño como secretario contrastó notoriamente con el bajo perfil —y en ocasiones, el bajo rendimiento— de algunos titulares de direcciones o coordinaciones. Fuentes no solo fue eficiente, también fue institucional, prudente y siempre conocedor del tejido político que se mueve dentro y fuera del Cabildo. Su reunión con la gobernadora María Eugenia Campos, tras conocerse los resultados de la elección judicial, fue también símbolo del respaldo que ha cosechado por su trabajo serio. Por eso, pensar que su lugar puede ser ocupado por cualquiera sería un retroceso que el municipio no puede permitirse.
¡Muy padre el anuncio que viene Alejandro Sanz a Chihuahua y más que nada…que GRATIS! Esto, en el cierre del Festival Internacional de la Ciudad de Chihuahua (FICUU) para toda la gente, pero la pregunta es ¿Cuánto le va a costar a los chihuahuenses? Porque este festival no es solo el cantante español, sino varios más y aunque sea la estrella, el gasto de espectáculos es muy elevado, casi como para construir un puente.
De acuerdo con el tabulador que maneja Sanz en su gira «¿Y ahora Qué?», maneja casi un millón de dólares, que serían poco más de 19 millones de pesos, más barato que Ricky Martin, quien se embolsó casi los 30 millones el año pasado; nomás que ese fue del FICH y ahora es el Municipio quien tiene que hacer ese gasto.
Por cierto, sigue siendo más barato traer al internacional Alejandro Sanz si comparamos el show que se aventaron con la controversial «La Golondrina y su Príncipe», que se gastaron de manera directa 35 millones de pesos; claro, esa vez fue crear la producción desde cero con todo y vestuarios, escenografía, luces, sonido y toda la cosa, además de ser 12 funciones y pagarles a los más de 50 actores, cantantes y bailarines. De todas formas, salió más bara el «Corazón Partío».
La verdad es que a la gente no le importa si se gasta mucho cash en traerse a algún artista internacional y de gran calidad, ya que realmente siempre está ávida por este tipo de espectáculos; lo que si les molesta es que se le invierta a algo hecho por los mismos chihuahuenses y sobre todo que beneficie a uno y dejen de lado a otros, algo así como el efecto cangrejo, algo que sucedió con la comunidad artística aquella ocasión del montaje de Alberto Espino, quien no muchos teatristas les agrada y brotó la envidia al por mayor.
Eso sí, han habido muchas situaciones cuestionables como aquella película de gran producción chihuahuense, apoyada por el Gobierno del Estado y hasta con un guion escrito por el renombrado y fallecido escritor Carlos Montemayor; nos referimos al filme «La Flama Sagrada», un producto que nadie vio, nadie sabe dónde verla o cómo, ni siquiera si tuvo alguna proyección a nivel nacional o internacional. Se dice que solo los que participaron en ella la vieron en una sala de cine en una función privada y de ahí. Ya nada.
Lo que se supo, es que estuvo en el Festival de Cine de Morelia y presentaba como una ópera rock en película con diálogos en versos y apenas pueden verse trailers en páginas de internet.
Lejos de la subjetividad de la comunidad de arte de Chihuahua o asuntos personales sobre este tipo de producciones, la pregunta más objetiva sería ¿Y la super pantalla gigante traída desde París? tanto que se promocionó con bombo y platillo, lució en lo alto del escenario en el Parque El Palomar, pero…¿Y ahora? desde hace algunos años, que no se sabe dónde quedó o si volverán a usarla o qué pex.
Habrá que esperar que descongelen los documentos privados que catalogó el Órgano Interno de Control a ver si entre los archivos, sabemos que ocurrió con este supuesto activo fijo, porque hasta ahora, no se sabe si fue dado de baja por parte de Oficialía Mayor. Tampoco está dentro del Instituto de Cultura y menos en el Teatro de la Ciudad, porque esa estructura es enorme para guardarla. A casi 3 años de este escándalo, pronto se sabrá…esperemos, no vaya a ser información reservada…otra vez
NOTICIAS CHIHUAHUA