El escenario político se agitó ayer con la confirmación de que Georgina Bujanda retomará su curul en el Congreso del Estado, un movimiento que dejó vacante la secretaría general en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh). Ante este escenario, el rector Luis Rivera Campos se encuentra evaluando cuatro candidatos potenciales para llenar este puesto estratégico.
Entre los prospectos se encuentra Luis Carlos Hinojos Gallardo, conocido por su aspiración a la Rectoría y su cercanía con Rivera en asuntos clave. También figura Jesús Ignacio Rodríguez Bejarano, actual auditor interno de la UACh, con vínculos destacados en la vida universitaria y en el entorno gubernamental. Por otro lado, si el enfoque en equidad de género es prioritario, la mirada se dirige hacia Liz Aguilera García, al mando de la Defensoría de los Derechos Universitarios, con una trayectoria política sólida. Y si se busca una perspectiva más académica, no se descarta a Olinda Ornelas Benítez, directora de la Facultad de Economía, quien cuenta con el respaldo de sus colegas.
Desde la noche del miércoles, el rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), Luis Rivera Campos, parece estar más aliviado. Parece que finalmente le han quitado una piedra en el zapato que llevaba por nombre Georgina Bujanda, titular de la Secretaría General. La información proveniente de «arriba» indica que Bujanda no será trasladada al Instituto Chihuahuense de las Mujeres (Ichimujeres) como se había previsto, sino que volverá a su diputación en el Congreso del Estado, incluso con escolta.
Hace unas semanas, hubo un intento fallido de reubicación. Se creía que Bujanda se dirigía al Ichimujeres, lo cual causó celebración en la UACH y en ella misma. Sin embargo, las cosas no avanzaron como se esperaba. Pero ahora, nuevas noticias sugieren que Rivera ha logrado lo que sus predecesores interinos no pudieron: deshacerse de Bujanda, quien había estado vinculada durante el período de Javier Corral.
La batalla entre los camiones urbanos y la administración estatal parece no tener fin, con concesionarios que se niegan a acatar las normativas impuestas. A pesar de las multas diarias y los esfuerzos por imponer el orden, la negativa persiste.
La falta de cumplimiento del modelo mínimo de antigüedad, establecido en 15 años para garantizar la seguridad de los pasajeros, es solo la punta del iceberg. La omisión de detalles aparentemente menores como la ausencia de placas de circulación se suma a la problemática. La imagen de un camión de la ruta Villa Urbi circulando sin placas por la veinte de noviembre, cerca de la penitenciaría, es un claro ejemplo de la falta de responsabilidad en la que algunos concesionarios parecen sumergidos.
Los círculos cercanos a Ariadna Montiel, líder influyente en el movimiento Bienestar, están llenos de especulaciones acerca de la posibilidad de una alianza con el PT y el PVEM. La premisa detrás de estos rumores radica en la creencia de que el partido de AMLO acaparará todas las candidaturas, dejando escaso margen para los aliados. Este rumor, propagado incluso por Adán Augusto López, se presenta como un esfuerzo para elevar la moral de los seguidores fervientes de Montiel. Sin embargo, en la realidad, hay datos que indican lo contrario.
La ruptura evidente entre Ariadna Montiel y Juan Carlos Loera, sumada a la falta de madurez de Brighite Granados para liderar el partido, ha debilitado la posición de Montiel. Además, el surgimiento de un grupo en torno a Andrea Chávez, una figura emergente, agrega incertidumbre sobre la solidez del grupo de Montiel en Chihuahua. Las circunstancias apuntan hacia una situación complicada y desafiante para la mandona del movimiento Bienestar en el estado. Solo el tiempo dirá cómo se desenvolverán los acontecimientos.