Aunque parecía que la violencia en el estado de Chihuahua se había tranquilizado, ahora hay zonas que son verdaderos campos minados: Guadalupe y Calvo, Ojinaga y Coronado, aunque las zonas tranquilas son Casas Grandes y Juárez pero atentos. Sin embargo, lo que más preocupa es la frontera de Ojinaga, donde los narcos no solo controlan el tráfico de drogas, sino que ahora amenazan a los periodistas. Los reporteros, ya sean de medios tradicionales o digitales, han recibido un mensaje claro: si informan lo que pasa, los van a matar. Esta información llegó a la capital, y como era de esperarse, todos en silencio. Claro, porque en México no hay impunidad (sarcástico, ¿verdad?).
Por si fuera poco, en Madera también se han reportado convoys de gente armada, lo que solo agrava la situación. No se trata solo de detener a unos cuantos, sino de aplicar una verdadera estrategia de inteligencia. Pero aquí lo fácil sigue siendo reclutar a jóvenes que se creen invencibles con un rifle y una dosis de locura. Mientras los gobiernos están superados, estos cánceres seguirán creciendo, porque parece que a los que mandan les importa más «simular control» que realmente resolver el problema.
La dirección de gobernación estatal y de pasada la municipal, deberían de echarse una vueltecita al famoso Studio bar, aunque la fiesta se pone chida eso si, en una de esas y si se aplican, no descubren el hilo de plata, pero ponen orden en la venta de alcoholes con botellas cerradas.
Para nadie es un secreto que las botellas que se comercializan son dudosas, aparte de que son arribita de lo normal en el precio, los clientes siempre terminan con daños o crudas al mero estilo de alcohol adulterado.
Tenemos al menos dos casos documentados de jóvenes que los síntomas de resaca no eran los propios de la misma, sino aquellos de vómito excesivo, pérdida del conocimiento e incluso uno de ellos tuvo que ser canalizado con suero y que solo decía que no podía ver.
Y es que los antros y bares el mero 15 se vieron hasta el tope, pero eso no justifica que las bebidas adulteradas sean ofrecidas, porque bien que saben en el despacho del primer piso de palacio de gobierno, que eso es delito.
Pues al parecer el fiscal general está seguro de su trabajo tanto así que tuvo que prestar su equipo de seguridad al Alfredito Olivas, durante la noche del grito.
Y es que en redes circuló un video de esos cortos, dónde el cantante arribó a su presentación del domingo por la noche, escoltado por agentes estatales.
Eso no es novedad, sabiendo de los antecedentes que tiene el Alfredito aquí en el estado, que el estatequieto que le pusieron, fueron unos balazos allá en Parral, por andar de volado.
En el vídeo, se observa como al menos dos agentes de los que cuidan al fiscal, le abrían paso al muchacho.
Que por cierto si cantó narco corridos de esos que hacen alusión a la delincuencia, como el atentado que tuvo, ni modo que haya sido por unas canicas, mientras tanto en ese mismo tema Roberto Fuentes dice que es una experiencia de vida, una anécdota, pero como no pueden sancionarlo pues es mejor andar despacio..