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El alcalde Marco Bonilla parece cómodo gastándose la «quincena antes de llegar». Durante la sesión de Cabildo en El Sauz, se aprobó un crédito de 570 millones de pesos para el municipio de Chihuahua, una deuda que compromete los ingresos municipales hasta 2027. ¿La justificación? Invertir en infraestructura vial, como el paso superior en la avenida Industrias y Nogales, la gaza de incorporación de la avenida Teófilo Borunda, entre otros.
Sin embargo, la pregunta en el aire es: ¿este dinero realmente terminará en esas obras, o parte de estos millones irá a parar a empresas de prestanombres ligados al alcalde? O peor aún, ¿será el financiamiento de una campaña temprana hacia la gubernatura? Porque, en un municipio donde los recursos son escasos, que Bonilla ya empiece a endeudar al pueblo a tres años de distancia hace pensar que los intereses detrás de esta «inversión» podrían no ser solo los de la ciudadanía.
Este asunto llegó a que las cosas se calentaran en la Sesión de Cabildo en el Seccional de El Sauz, donde Miguel Riggs, ahora representando a Morena, les picó la cresta a los regidores del PAN para ver si alguien caía, porque aunque votó a favor, dijo ojalá se concreten las obras y que solo se ha visto una realmente grande en los 3 años pasados de la administración y elogio al Gobierno Federal de hacer las aportaciones de más del 53% del presupuesto municipal.
Los que le contestaron muy categóricamente fueron Felix Martínez e Isela Martínez, ante la risa del morenista antes panista y con algunos gestos jocosos.
Esto, le hizo enojar a Adán Galicia, que le pidió respeto a sus compañeros porque literalmente dijo haberlo visto decir “No mames”, y parecía que las cosas se iban a ir a algo más, pero simplemente quedó en una discusión.
Hubiera sido interesante que ambos se le hubieran dejado llevar y quizás hasta lo físico para mostrar testosterona, pero tal parece que todo fue un show o circo pa’ las redes sociales, porque minutos despides, ya andaban todos bien compotas.
Al que traen de los…en redes sociales es a Kike Valles, porque andan circulando post que lo tachan de ser el “asesino de Chihuahua”, así como si fuera un sicario de los narcos, nomas por ser el dueño de la Plaza de Toros o de Todos o Todes, total ya ni se sabe.
La bronca, es que para el 23 de noviembre se realizará lo que parece ser la última corrida de toros y con elenco de lujo para los taurinos, pero enardeció a los amantes de los animales, que rápidamente han mostrado su descontento.
Si bien, al buen Kike no le han salido bien las cosas luego de dejar el sector público, que hasta tuvo que enfrentar cargos con la persecución política de Javier Corral, no se pudieron hacer corridas ni novilladas, ni rejoneadas ni si quiera los “payasos enanitos toreros”; le invirtió en remodelar la plaza para hacerla más adecuada para conciertos, pero lo más grande que pudo hacer, fue un cierre de campaña de Andrea Chávez, cuando era candidata a senadora; de su candidatura a alcalde por Movimiento Ciudadano, mejor ni hablar, porque nomas dio pena con tantas ideologías que lo cubrieron y fue totalmente en contra de sus posturas.
Ahora, mínimo para sacar varo, accedió a rentar el lugar para que Pablo Hermoso de Mendoza se luzca en este último año como rejoneador y de pasada qué Tony El Chihuahua, de quien todavía era apoderado, pueda brillar en una carrera a pique por tantas manifestaciones en contra de la tauromaquia, que le queda muy poco tiempo de vida.
Pues lo triste es que por más que le intente, la cosa no pinta bien y tendrá que buscarle porque la mayoría de los antitaurinos son de grupos muy pudientes y con la onda woke a todo lo que da, así que le será dificil contrarrestar la tendencia.
Al parecer el alcalde Marco Bonilla y su equipo de gobernación municipal, tienen ya todo planchadito para que la corrida de toros del 23 de noviembre se lleve a cabo.
Hasta se aventó la puntada de decir que como alcalde «hacía cumplir la ley», entonces; luego que no se queje de que le arman eventos sin permiso en la ciudad.
Anda brava la raza antitaurina y defensora de los animales, a tal grado que las leyes de bienestar animal las traen bien estudiadas.