Apenas entran en funciones y protagonizan una pifia, que es loq en ocurrió con los regidores de Morena que quisieron seguir a a diputada, Brenda Ríos, quien insiste en que en el Municipio hay un cartel inmobiliario y por escrito, solicitó que le den información, ya que aseguró que no había transparencia ni información al respecto, principalmente por el asunto del fraccionamiento Monte Xenit.
El problema es que el Ayuntamiento de Chihuahua público un comunicado, donde casi como con manzanitas, explicaban cómo pedir la información a la Coordinación de Transparencia, así como decir que esa y toda la información de las licitaciones son públicas.
Esto pasa cuando los políticos no leen ni mais, porque ya habíamos publicado y dicho que la licitación sobre este desarrollo habitacional, (que por cierto sufrió un derrumbe a causa de las lluvias), fue aprobada en 2019 y avalada por a Comisión de Desarrollo Urbano, que en ese entonces la presidía Adriana Díaz, la todavía e inexplicablemente titular de la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología.
La pifia es que tanto Riggs, como González y la eminencia de Rojo, siguieron fielmente a Brenda, sin ponerse a investigar y caer en la trampa que no había transparencia.
La realidad es que se puede encontrar todo lo relacionado a la autorización de este desarrollo habitacional; que si estuvo mal o hubo garo por liebre, es si podría ser, pero pos bueno. Apenas entran y ya la cajetean. Mínimo, métanse a Pausa.mx para ilustrarse.
Pero no todo es bronca morenista, porque pa’ todos hay; empezó la nueva Administración Municipal 2024-2027 y se viene una broncotota marca diablo.
Aunque nadie se explica el porqué dejaron a Adriana Díaz en Desarrollo Urbano, cuado ya era un hecho su salida, el problema viene del lado del Cabildo, ya que quien recayó toda la responsabilidad en esta área es en Rosy Carmona, que ya tomó protesta y es la presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano.
Ella ya lo dijo, va a revisar todo exhaustivamente y cuando vea la pifia que tiene Adrianita, dudamos mucho que lo deje pasar así como si nada; sabemos que la también dirigente del Comité Municipal del PRI es entrona y no se va a tocar el corazón en cuanto vea todo el desgarriate.
Rosy tiene mucha experiencia, ya que hace cerca de 9 años también presidió esta comisión cuando era regidora; ahora con mayor experiencia y con todo el hambre de hacer bien las cosas, quizás le tenga que hacer la vida imposible a Díaz, quien solo le quedará dos cosas. Irle a llorar a su amiga allá en Palacio de Gobierno para que no la corran y la acojan; o bien, tener dignidad de renunciar dignamente.
La confianza en Rosy está y a ver qué tanto trae para resolver lo que tenga que resolverse. Dicen que un espacio roto es una oportunidad para brillar y es la oportunidad; total, a ella no la pueden despedir, para eso, debería haber una revocación, consulta, petición al Tribunal Estatal Electoral, etc. a un director de dependencia, simplemente es decirle: ¡Adiós!