NOTICIAS CHIHUAHUA
El despliegue policial fue ejemplar: gracias a la rápida reacción de los agentes municipales, la Fiscalía y la SEDENA, se logró ubicar y capturar a dos sujetos que privaron de la libertad a un hombre en la colonia Nueva España y que, sin el menor remordimiento, lo ejecutaron cuando ya no tenían escapatoria. La persecución terminó en la avenida Venceremos, donde los delincuentes chocaron y, en su desesperación, dispararon contra su víctima antes de intentar huir. Sin embargo, la tecnología y la coordinación de las fuerzas de seguridad permitieron su detención en un operativo con drones y equipo táctico.
Ahora viene la prueba de fuego: que todo el trabajo realizado no se venga abajo por un error en el proceso. Si los policías no recopilaron las pruebas correctamente o cometieron algún desliz en la detención, un juez podría terminar liberando a estos criminales sin corazón. La confesión de los detenidos y su probable vínculo con un grupo delictivo en Ciudad Juárez refuerzan la gravedad del caso, pero en el sistema judicial, un simple error puede marcar la diferencia entre la justicia y la impunidad.
Que monserga ocurrió esta semana en la Torre Legislativa, cuando varios empleados con excepción de los diputados, porque ellos no gastan sus sueldos, intentaron sacar su dinero del cajero dentro, pero para sorpresa de todos, no fue posible por una falla en la máquina, pero las operaciones ficticias fueron reales para el banco y el cash simplemente quedó en el limbo.
Esto llegó tan lejos que ni la institución bancaria BBVA negó devolverles el dinero porque en sus sistemas ya estaban la operación hecha. Pues ni el personal administrativo ni los legisladores de ninguna bancada metió las manos por los pobres empleados, entre secretarias, personal de limpieza y seguridad. Lo bueno, que finalmente algunos les cayó el veinte que deberían intervenir, así que comenzaron las peticiones con el banco, que prometió algún día resarcir el daño, aparentemente el día de pago, o sea hoy, veremos dijo un ciego.
Sigue la guerra encarnizada de cientos de clientes o quizás miles contra la empresa Ecogas por querer cobrarles recibos exagerados, cuyas quejas no cesan con amenazas a terminar sus contratos y volver a los tradicionales cilindros y gas LP.
A pesar de que en la PROFECO ya llegaron las quejas, apenas han brindado asesorías y parece que no les pondrán la soga al cuello a la compañía abusona, porque se escuda en que los números que presentan son reales, ya que así fue el consumo en los hogares por apenitas una semana de mucho frío que hizo.
Incluso sacó un comunicado oficial totalmente irrisorio, en el que aseguró que detectaron que los aparatos como calefactores, estufas, boilers, hornos, licuadores, televisores, maquinas de afeitar, cargadores de celulares y todo, consumió mucho gas y por eso, a la gente le salió su recibo el doble, triple y hasta cinco veces más. Esto, aún cuando hay testimonios de gente que ni siquiera estaba en casa porque se fue de vacaciones.
Algunos usuarios han comentado tener familiares o amigos trabajando dentro de la empresa y les confesaron que hicieron cambios de sistemas y hubo fallas en las bases de datos, lecturas y todo, al punto de que tuvieron que contratar especialistas para arreglar el daño informático, pero les salió carítsimo de París; lo más ideal fue cobrarles esto a los clientes y manipularon las cifras para que los cargos aparecieran más elevados.
Ojalá la PROFECO tome el toro por los cuernos y ponga en cintura a la empresa para que no se salga con la suya. Cómo tienen el monopolio de servicio de gas directo a los hogares, piensan que pueden hacer lo que quieran. A ver cómo les va.