Audio. Néstor Armendáriz, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
CHIHUAHUA.- Durante 2021, más de 100 personas fueron víctimas de desplazamiento forzado en diferentes municipios de la Sierra Tarahumara. Abandonaron sus hogares para evitar caer en las amenazas del narco.
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Según refirió el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Néstor Armendáriz, no se conoce, hasta el momento, la cantidad exacta de quienes se han visto en la necesidad de salir de sus localidades, puesto que las autoridades no suelen ofrecer reportes al respecto.
Tan sólo en estos últimos meses —mencionó— una gran cantidad de familias han huido de Bocoyna ante los constantes enfrentamientos entre diferentes bandas del crimen organizado. Mas ninguna, dio a conocer, ha acudido a la CEDH para solicitar ayuda.
Este lunes, el fiscal general Roberto Fierro Duarte aseguró que al menos 30 familias han sido expulsadas de sus casas en Guadalupe y Calvo por parte de sicarios. Y dijo que, dentro de poco, se implementarán operativos conjuntos para reubicar y devolver las propiedades.
Por otra parte,el representante del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM), Gabino Gómez Escárcega, aseguró el pasado viernes que un aproximado de 87 personas han abandonado sus casas en Uruachi, Urique y Guadalupe y Calvo ante los crecientes niveles de inseguridad.
Antes —manifestó— los pobladores, por razones económicas, se marchaban de sus comunidades para buscar empleo en otros muncipios. En cambio, lo que ocurre ahora es una expulsión de familias enteras, de diversas locaciones.
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