La SEP y la educación, en medio de la sucesión
*La disputa que se aproxima en la Secretaría de Educación Pública, con la inminente salida de la maestra Delfina Gómez, para enfilarse a la candidatura por el gobierno del Estado de México, no será sólo por ver quién ocupa el cargo. Con el nombre del nuevo secretario a quien designe el presidente López Obrador se definirá también el rumbo que tomará la educación pública en el país: si se ahonda en el modelo educativo ideológico e ideologizante que viene impulsando la 4T en estos cuatro años o si se opta por mantener los equilibrios y la moderación en el sistema educativo nacional.
Pero, además, por los dos nombres que más suenan en este momento para ocupar el despacho que fuera de José Vasconcelos, el del doctor Juan Ramón de la Fuente y el del subsecretario Luciano Concheiro, está claro que lo que se viene en la SEP también es una reedición de la eterna pugna de este sexenio entre los técnicos o moderados y los más duros y radicales de la 4T. No sólo por lo que representa cada uno de ellos, sino por los grupos políticos a los que pertenecen: De la Fuente, claramente vinculado a Marcelo Ebrard y su proyecto, y Concheiro alineado con el ala dura que apoya a Claudia Sheinbaum.
La llegada de Juan Ramón se menciona al interior del gabinete, como parte de un ajuste que realizaría el presidente, no sólo por la confianza y trayectoria del actual embajador de México ante la ONU, sino porque también el doctor ha sufrido un desgaste al tener que sortear las ambigüedades e indefiniciones que manejó esta administración sobre el tema de la invasión rusa a Ucrania, no la posición como país, que siempre expuso y defendió bien De la Fuente, sino más bien por las posiciones particulares del presidente que siempre evitó él en lo personal condenar completamente a Rusia y al gobierno invasor de Vladimir Putin o que México se sumara a las medidas adoptadas por el bloque occidental encabezado por Estados Unidos.
El tema es que a Juan Ramón de la Fuente no lo ven con buenos ojos los sectores más duros de la 4T, que tiene en el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro Bórquez, a su candidato a la SEP. Es un proyecto que lleva al menos dos años fraguándose y que, apoyado por el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, impulsa al subsecretario que representa la línea ideológica que se quiere imponer en la educación nacional, pero que al mismo tiempo reforzaría claramente la candidatura de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y al grupo cercano a la señora Beatriz Gutiérrez Müller.