Noticias Chihuahua:
En las últimas horas se informó que fuerzas rusas lanzaron una ofensiva aérea y con drones contra Kiev, utilizando más de 430 drones y 18 misiles. Según el gobierno ucraniano, se trata de uno de los ataques más intensos desde el inicio de la invasión en 2022.
Los ataques provocaron incendios, daños en zonas residenciales y decenas de heridos, generando alarma por el riesgo humanitario. Ucrania respondió con drones de largo alcance contra objetivos en la región rusa de Belgorod.
Expertos señalan que el conflicto ha entrado en una fase donde la infraestructura energética se convierte en un elemento central de la estrategia militar. Rusia ha redirigido su crudo hacia refinerías menos vulnerables.
Ucrania, por su parte, busca afectar las fuentes de ingreso de Moscú atacando refinerías, oleoductos y sistemas logísticos de exportación. Rusia asegura haber derribado numerosos drones.
En el ámbito diplomático, la Unión Europea prepara un nuevo paquete de sanciones contra Rusia que incluiría sectores como drones y energía. Su implementación tardaría un mes.
Rusia declaró estar dispuesta a retomar conversaciones de paz en Estambul, aunque insiste en que no negociará sobre puntos que considera “centrales”.
La crisis humanitaria aumenta, con desplazamientos internos y daños constantes a infraestructura civil. La población enfrenta dificultades para acceder a servicios básicos.
El conflicto ha evolucionado hacia una guerra de desgaste prolongada que depende tanto de logística y energía como de los combates directos.
Ucrania enfrenta el reto de sostener el apoyo internacional, mientras Rusia busca mantener resiliencia económica pese a sanciones y ataques a su industria energética.
La situación continúa afectando cadenas de suministro globales y mercados energéticos, con impacto indirecto en América Latina y otras regiones.







