Los morenistas del oriente del Estado de México, quizá más lopezobradoristas que el presidente Andrés Manuel López Obrador, fácilmente congregaron ayer en Ixtapaluca a 15 mil asistentes con el objetivo de promover la consulta de revocación de mandato.
Para el próximo domingo 10 de abril, el día de las votaciones, el objetivo es alcanzar 4.5 millones de votos y, de acuerdo con lo que confía uno de los operadores de la maquinaria, lograrlo es un moneda al aire.
“El presidente López Obrador quiere 40 millones de votos. Cuarenta”, lo repite, como si todavía siguiera aturdido por el número.
“Ni cuando ganó la presidencia”, se queja, mientras Félix Salgado Macedonio, allá en el templete, promueve el amor romántico cantando.
Una hora antes, aproximadamente a mediodía, Salgado Macedonio tomó por vez primera el micrófono y, al final de una arenga contra el consejero electoral Ciro Muramaya, una donde pidió a los asistentes una mentada de madre para el Instituto Nacional Electoral, al final destapó al presidente López Obrador para una reelección.
“Que no nos dé ideas, porque dejamos a Andrés Manuel para el 24”. La gente le aplaudió como si eso fuera posible y René Bejarano, uno de los asistentes, luego de ser cuestionado sobre los dichos de Salgado Macedonio, consideró que “no fue una buena idea (…) Deberíamos de desmentirlo”.
Entre los asistentes se encontraba Óscar, un profesor sindicalizado de una secundaria en Morelos, quien aseguró a MILENIO que el ejercicio de revocación de mandato le parece inverosímil.
—Los antiAMLO dicen que es una derroche de dinero, que es para el ego del Presidente, ¿qué les diría? —se le preguntó mientras, al fondo, se escuchaba a la diputada federal chiapaneca Sonia Rincón, una dirigente magisterial a la que le aplaudieron los más de 8 mil docentes que asistieron y a quienes se les dio la labor de recorrer las calles esta semana para informar a la población sobre la revocación.
—Son respetables sus argumentos. Yo, que tengo 40 años, nunca había visto un ejercicio político así. Más dinero se gastó en elefantes blancos. Gastarlo por incluirnos en la democracia bien vale la pena —aseguró Óscar.
Jessi Gutiérrez Rodríguez, coordinadora de Gran Guerrero, viajó desde Chilpancingo en uno de los 15 autobuses que asistieron en caravana con Salgado Macedonio. Jessi aseguró que tenían nuevas consignas (“Otra vez, otra vez, va a seguir Andrés”), que no era feminista pero sí de izquierda, que Mario Delgado vendió las candidaturas de Morena en las elecciones pasadas en Guerrero, que México no está como Venezuela y que, como a Félix Salgado nadie lo denunció ante un Ministerio Público, lo sigue apoyando.
En tanto, Guillermina, una vecina de Ixtapaluca que asistió al mitin y que llevó a su comadre Esthela, aseguró que es lopezobradorista de hueso colorado, que recibe su pensión, que su hija obtiene una ayuda y que le ha “gustado mucho la postura neutral ante la guerra de Ucrania, pero en esto de la revocación, no voy”, afirmó tajante.
—¿Y eso?
—La pandemia dejó a la gente sin dinero y yo pienso que con ese podrían ayudar a más personas. De todas formas, por lo que me han dicho, se va a quedar hasta que termine, ¿no?
Esthela, la comadre, narró que se enteró de la revocación de mandato apenas la semana pasada: “Mi hijo vino a visitarme y me contó que le había tocado estar en la casilla el domingo de ramos. Ahí me enteré y hoy vine a informarme con mi comadre”.