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En sesión del Pleno, la diputada federal por Chihuahua, Manque Granados Trespalacios, señaló que el dictamen relativo a la Ley de Impuestos Generales de Importación y de Exportación representa un cambio profundo para la política comercial del país, pero carece de evaluaciones técnicas sólidas y deja sin apoyos a los sectores productivos más vulnerables.
Granados destacó que el dictamen impacta a 17 sectores y mil 463 fracciones arancelarias que provienen de países sin tratado comercial con México, principalmente China, donde el déficit comercial es desproporcionado.
“Si creemos en el libre mercado, debemos exigir reglas parejas”, señaló la legisladora al plantear que México debe defender su soberanía industrial y evitar triangulaciones que afecten el T-MEC.
Sin embargo, advirtió que las medidas arancelarias no pueden convertirse en una política permanente sin análisis, ya que existe riesgo de encarecimiento, desabasto y ruptura de cadenas de suministro.
Granados expuso ejemplos concretos como la producción de óxido de magnesio en el norte del país, la cadena del acero y la industria del juguete, donde los aranceles terminan trasladando costos a la industria y a las familias.
“La sustitución de importaciones no se decreta, se construye, requiere financiamiento, innovación, infraestructura y desarrollo de proveedores, y nada de esto está incluido en este dictamen”, puntualizó.
La diputada expresó que la postura del Grupo Parlamentario del PAN es de abstención responsable.
“No es darle la espalda a la industria nacional. Es decirle al gobierno federal que falta mucho trabajo para convertir estas medidas en una verdadera estrategia de desarrollo productivo”, afirmó.
Granados subrayó que la preocupación principal es la situación de MIPYMES mexicanas, que necesitan estabilidad, reglas claras y apoyos para continuar generando empleo y bienestar en un momento crucial para la economía del país.






