Audio. Padre Javier Ávila.
CHIHUAHUA.- A dos meses de que los sacerdotes jesuitas Javier Campo Morales y Joaquín César Mora Salazar y el guía de turistas Pedro Elidoro Palma Salazar fueran asesinados por parte de José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, el padre Javier «Pato» Ávila exigió que se haga justicia por sus compañeros.
Te puede interesar: Detienen a dos en flagrancia por delitos contra la salud y portación de armas de fuego
En torno al multihomicidio del pasado 19 de junio, ocurrido en la comunidad de Cerocahui, municipio de Urique, el padre Ávila manifestó que los responsables del crimen siguen impunes. Es así que también permanece su petición, firme y respetuosa, a las autoridades.
Le recalcó a los funcionarios estatales y federales que es necesario combatir las causas de la violencia que padecen tanto la Sierra Tarahumara como el país en general. La estrategia de abrazos, no balazos —manifestó— ha sido un rotundo fracaso.
En lo que a la comunidad serrana concierne, refirió que el crimen organizado está presente desde hacia muchos años. Y, si bien destaca la captura de 20 implicados en aquella matanza, comentó que pudieron haberlos detenido desde antes y así evitar otro ataque, pues ya habían cometido de litos.
NOTICIAS CHIHUAHUA