PAUSA.MX

Andrés Manuel López Obrador no tiene vergüenza.

Es un mentiroso, un irrespetuoso.

Ayer, mientras en palacio nacional se informaba que en México hay 100 mil desaparecidos oficialmente, afuera Ceci Flores, fundadora de Madres Buscadoras de Sonora, pedía que la dejaran entrar para entregarle una pala con la que busca a su hijo.

-Que me la deje aquí, respondió con desdén y con el argumento de que debía irse para encabezar un aniversario más de la expropiación petrolera, a la torre ejecutiva en Marina Nacional.

El mediocre y lúgubre sexenio de 200 mil ejecutados de López Obrador concluirá en septiembre próximo y jamás se dignó a recibir a las madres buscadoras con la falacia de que pueden faltar al respeto a la investidura presidencial.

-Esta pala nunca debió estar en mis manos, ni debió sentir los huesos romperse de los cuerpos que ha desenterrado. Tome el mando presidente, hágase cargo de los desaparecidos. Esta pala debió usarse para abrir los surcos donde se siembran semillas, esa ropa debió ser lo que le quitara el frío a nuestros hijos y no una señal de que encontramos un cuerpo. Esta madre debió hacerse vieja rodeada de sus hijos y no rodeada de desiertos que esconden cuerpos, posteó en X.

Andrés Manuel se ha negado siempre a reunirse con las madres buscadoras y hasta asegura que su gobierno no está en deuda con ellas.

OTRA MENTIRA, LA CONDONACIÓN A SALINAS PLIEGO

El tabasqueño ya está perdido.

Miente como respira.

Por un lado asegura que en su gobierno no hay condonación de impuestos, que eso sucedía en la época del PRIAN, cuando los grandes empresarios no pagaban y, por otro, ¡anuncia que le ofreció una quita de 8 mil millones de pesos a Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azeca, Elektra, Banco Azteca y más, de los 26 mil millones que adeuda a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)!

¿Cómo por qué el señor que recibió un crédito-préstamo de Raúl Salinas de Gortari (Juan Guillermo Gómez Gutiérrez y/o Juan José González Cadena, según los pasaportes falsos que le hallaron) para la compra, precisamente, de Imevisión a la que llamó TV Azteca y que, según el hermano de Carlos Salinas, no había pagado al menos hasta 2003, cuando lo demandó, tendría ese beneficio?

Ahí están las mentiras de López, el señor que echó por la borda 31.1 millones de votos recibidos en las elecciones presidenciales de 2018 por sus incongruencias, sus mentiras, sus engaños y por permitir toda clase de tropelías, irregularidades y transas de sus hijos, de los amigos de éstos, de sus amigos y de sus cercanos.

Salinas Pliego -que, ciertamente, no es una hermana de la caridad- fue golpeado nuevamente ayer en la conferencia de palacio por el que cobra como presidente, que, ya aconsejado por sus poco brillantes asesores, pretendió zafarse de la triquiñuela fiscal.

Dijo que está agradecido y que hasta descansó porque, si Salinas Pliego hubiera aceptado la oferta, “no me la hubiera acabado con los medios de manipulación, que ya estarían presionando con preguntas como “¿Qué recibió a cambio?” o “¿A dónde fueron a parar esos 8 mil millones?”.

Es así como López Obrador hipnotiza a sus fieles, como una serpiente, para usar la realidad a su conveniencia y, como dice él, “repite mil veces una mentira hasta que se convierte en verdad”.

Cárdenas, otro sinvergüenza

Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano es un personaje en decadencia.

Sin vergüenza, sin dignidad.

¡Qué lejos está de aquel Cuauhtémoc Cárdenas Sólorzano que motivó a los jóvenes en 1988 a votar por él cuando fue candidato a la presidencia y que perdió la elección cuando a Manuel Bartlett Díaz, secretario de Gobernación, se le cayó el sistema justo en el momento en que el abanderado del Frente Democrático Nacional (FDN) iba arriba.

Ayer, por un hueso para sus hijos, se reunió en el aniversario de la expropiación petrolera que hizo su padre, Lázaro Cárdenas, con Claudia Sheinbaum, la candidata de López Obrador, al que ha criticado siempre y con el que rompió relaciones hace unos años… sólo para sucumbir para que su hijo Lázaro tuviera trabajo con él.

Y dijo estar de acuerdo con su política energética, en caso de que llegue a la presidencia.

Con Cárdenas precisamente comenzaron en 1997 los gobiernos de la presunta izquierda -que no existe en México- en el entonces Distrito Federal, ya con el FDN convertido en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Hoy, curiosamente, están muy cerca del fin en la Ciudad de México casi tres décadas de dominio del mismo grupo.

Vámonos: Dice el director de Pemex, Octavio Romero, que ya se superó la crisis de la empresa petrolera más endeudada del mundo.

Eso no lo cree ni López Obrador.

Por AL PE

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