PAUSA.MXDUBASARI, MOLDOVA - SEPTEMBER: A Russian peacekeeping officer (L), a Moldavian soldier (C) and a Transnistrian solder (R) stand on guard in the security zone, next to the Dniester River, separating Moldova and Transnistria, September, 2002 in Dubasari, Moldova. After the collapse of the Soviet Union in 1991, the Republic of Moldova, located in Eastern Europe between Ukraine and Romania, got its independence. Since the 1992 civil war between the pro-Romanian and the pro-Russian, the country has become divided. On the west side of the Dniester River is Moldova, with a majority of pro-Romanian and Romanian speaking citizens, and on the east side of the river, is the non-recognized Republic of Transnistria (Trans-Dniester), with a pro-Russian and majority Russian speaking people. Between the two sides, along the river, is a security zone manned by the Peacekeeping Forces composed of soldiers from Russia, Moldova and Transnistria. Transnistria is currently an unrecognized state; it is internationally recognized as being part of Moldova, but claims independence and maintains some sovereignty with the assistance of Russian forces. The region has been de facto independent since 1991, when it made a unilateral declaration of independence from Moldova and successfully defeated Moldovan forces, with Russian assistance, in the War of Transnistria. While a ceasefire has held ever since, the Council of Europe recognizes Transnistria as a "frozen conflict" region. (Photo by Yoray Liberman/Getty Images)

Una serie de explosiones inexplicables sucedieron en partes de Transnistria, un territorio separatista de Moldova que ha albergado a tropas rusas por décadas, suscitando temores de que la guerra de Moscú podría expandirse pronto más allá de Ucrania y generar un nuevo espacio de conflicto en el este de Europa.

Dos torres de radio en el territorio resultaron dañadas por las explosiones a primera hora del martes, según un comunicado del Ministerio del Interior de Transnistria. El lunes se escucharon una serie de explosiones en la capital de Transnistria, Tiraspol, en la zona aledaña al edificio del Ministerio de Seguridad Estatal, según la agencia de noticias rusa RIA-Novosti.

Ucrania describió los estallidos como una provocación planeada por parte de los servicios de seguridad de Rusia. Ucrania también culpó a Rusia de lanzar misiles de crucero el martes contra un puente que cruza el río Dniéster, sugiriendo que Moscú tiene intenciones de aislar al suroeste de Ucrania que limita con Moldova.

Las explosiones, y un flujo lento de comentarios de funcionarios rusos sobre la región, incluyendo los de un comandante sénior de Rusia que afirma que el plan del Ejército de capturar el sur de Ucrania abriría un corredor terrestre hasta Transnistria, han suscitado intensa preocupación en Moldova por la posibilidad de que el territorio en disputa dentro de sus fronteras forme parte de la estrategia de guerra del presidente de Rusia Vladimir Putin.

Transnistria no cuenta con el reconocimiento de la comunidad internacional, que lo considera parte de Moldova. Pero la capital de Moldova, Chisinau, no tiene control sobre el territorio que se declaró una república hace más de tres décadas.

El colapso de la Unión Soviética en 1991 dio lugar a la aparición de un puñado de zonas de «conflicto congelado» en el este de Europa, regiones a menudo inestables en las que las lealtades han sido disputadas ferozmente desde la creación de los 15 estados postsoviéticos.

Entre estas regiones se encuentran los estados secesionistas de Osetia del Sur y Abjasia, dentro del territorio de Georgia, y el territorio a lo largo de la frontera de Moldova con Ucrania conocido como Transnistria.

El territorio, un enclave de 3.366 kilómetros cuadrados en la orilla oriental del río Dniéster, fue un puesto militar ruso durante los últimos años de la Guerra Fría. Se declaró república soviética en 1990, oponiéndose a cualquier intento de Moldova de convertirse en un estado independiente o de fusionarse con Rumanía.

Cuando Moldova se independizó al año siguiente, Rusia se insertó rápidamente como una de las llamadas «fuerzas de paz» en Transnistria, enviando tropas para respaldar a los separatistas pro-Moscú.

Como resultado se produjo una guerra con las fuerzas de Moldova. El conflicto terminó en un punto muerto en 1992. Transnistria no fue reconocida internacionalmente, ni siquiera por Rusia, pero las fuerzas de Moldova la convirtieron en un estado separatista de facto. Este punto muerto dejó al territorio y a sus aproximadamente 500.000 habitantes atrapados en el limbo.

Por AL PE

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