Este jueves, los valientes elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal se sometieron al examen toxicológico que, por supuesto, necesitaban para poder seguir portando sus armas. Un trámite absolutamente rutinario y sin ninguna presión extra, gracias a la amable supervisión de la Secretaría de la Defensa Nacional y su famosa Licencia Colectiva 166.
Los agentes, felices de cerrar su turno y correr a cumplir con este pequeño detalle, se presentaron puntuales en el Gimnasio Manuel Bernardo Aguirre, porque nada dice “cumplir con la ley” como reunirse después de un largo día de patrullaje para hacerse una prueba más.
Todo esto, claro, sin afectar en lo más mínimo la seguridad de los distritos, porque como todos sabemos, un examen toxicológico no interfiere para nada con la vigilancia diaria de la ciudad.
Y así, los héroes municipales continuaron demostrando su compromiso con la ciudadanía, armamento en mano y controles de laboratorio en la otra, asegurándose de que cumplir con la obligación más burocrática del día no afectara su épica labor de protegernos.








