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Paul Skenes vivió una jornada histórica al convertirse en el ganador unánime del Cy Young de la Liga Nacional, un reconocimiento que lo coloca en lo más alto del béisbol profesional a una edad sorprendentemente temprana.

Su temporada fue una demostración de dominio absoluto, con una efectividad inferior a 2.00 y más de 200 ponches que lo elevaron a una categoría de élite.

El joven lanzador no solo acumuló números extraordinarios, sino que se convirtió en el primer jugador en cuatro décadas en enlazar el premio al Novato del Año con el Cy Young.

Su impacto fue aún más impresionante considerando que lo logró con un equipo que no lideró su división, lo que resaltó aún más su valor individual.

Analistas coinciden en que su trayectoria apunta hacia una carrera trascendental, con posibilidades reales de aspirar al Salón de la Fama si mantiene este ritmo.

El propio Skenes expresó que este es solo el comienzo, mostrando una madurez impropia de su edad y un enfoque que entusiasma a toda la liga.

La afición respondió al logro con un entusiasmo masivo, considerándolo ya como el nuevo referente monticular del béisbol norteamericano.

Los ejecutivos de su franquicia afirmaron que construirán alrededor de él, buscando convertirlo en el pilar de un proyecto a largo plazo.

Varios veteranos de la liga destacaron su capacidad de liderazgo silencioso, que complementa a la perfección su rendimiento en el campo.

Este Cy Young no solo corona una temporada memorable, sino que marca el inicio de una nueva era para su carrera y para su equipo.