Patricia Krenwinkel, una de las acólitas y cómplices de Charles Manson, podría salir de prisión en pocas semanas.
La asesina confesa, de 74 años, ha estado cinco décadas presa y podría estar libre tras una recomendación que hizo el jueves 26 de mayo un panel en California, que sugiere ponerla en libertad bajo palabra. Este privilegio le ha sido negado 14 veces en el pasado.
Krenwinkel participó en 1969 en el asesinato de la actriz, Sharon Tate, ejecutado por la “familia” Manson en Los Ángeles. Ella, junto con otros seguidores del asesino serial, participó en el asalto a la mansión de la actriz, quien estaba embarazada a raíz de la relación que sostenía con el director de cine Roman Polanski.
Charles Manson ejercía en Krenwinkel y en sus seguidores una influencia basada en teorías de la conspiración; creía que los afroamericanos estaban a punto de provocar una revuelta social que daría fin a la raza humana.
En su delirio, Manson pensaba que los mensajes de alerta se difundían a través de canciones como Helter Skelter, de Los Beatles. De hecho, Helter Skelter era el nombre que el grupo usaba para denominar ese supuesto fin del mundo.
Manson quería grabar un disco junto con sus seguidores. Su idea era seguir difundiendo a través de la música el mensaje del apocalipsis. Esto lo llevó a rastrear al productor musical Terrence Melcher y dirigirse a su casa para pedirle que lo ayudara. En la ubicación, 10050 de Cielo Drive, en Beverly Hills, ya no habitaba Melcher, sino Sharon Tate y Roman Polanski. En esa primera visita no hubo violencia.
Unos días después fue cuando Manson organizó el ataque y ordenó asesinar a todas las personas que estuvieran en esa casa. Polanski no estaba, porque estaba filmando en Inglaterra. Sharon Tate estaba embarazada, con ocho meses, y la acompañaban su peluquero, un escritor y la esposa de este.
La actriz fue apuñalada varias veces y los asesinos escribieron con su sangre la palabra “pig” (cerdo), aparentemente tratando de incriminar a la agrupación afroamericana Panteras Negras.
Krenwinkel fue condenada por estos y otros asesinatos, que sumaron siete en su expediente.
El proceso de revisión del caso puede demorar hasta 120 días y en caso de ser aprobatoria, todavía tendría que ser ratificada por el gobernador de California. Los defensores de la asesina confesa sostienen que los crímenes fueron cometidos en su juventud y que hoy es sólo una anciana prisionera.
El gobernador de California, Gavin Newsom, ha rechazado todas las solicitudes de libertad para la gente involucrada en los casos de Charles Manson desde 2019.