La cifra de muertos de la matanza perpetrada en Haití el fin de semana subió a 180, la mayoría ancianos, reportó ayer el gobierno del país caribeño.
Estos ataques fueron ordenados por líderes de una banda que sospechaba que su hijo había enfermado mediante brujería.
La oficina del primer ministro apuntó que se moviliza para localizar a los responsables de la matanza, incluido el líder de la banda Wharf Jeremie, Monel Mikano Felix, a quien acusó de planear el ataque.
La Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos declaró que al menos 110 personas habían muerto en la comuna Cité Soleil el fin de semana.
Cité Soleil, un barrio densamente poblada junto al puertode la capital, Puerto Príncipe, es una de las zonas más pobres y violentas de Haití.
El control de las bandas, que incluye la restricción del uso de celulares, limitó la capacidad de los residentes para compartir información sobre la masacre.
El gobierno, sacudido por luchas políticas internas, ha tenido dificultades para contener el creciente poder de las pandillas.
A las bandas seles acusa de asesinatos indiscriminados, violaciones en grupo,secuestros y de agravar la escasez de alimentos.