En un nuevo episodio de la naturaleza contra el ser humano, se registró un nuevo ataque de orcas contra una embarcación a la que embistieron para después hundirlo en aguas de Marruecos, en el estrecho de Gibraltar.
El barco, Alborán Cognac, de 15 metros de largo, transportaba a dos personas cuando se encontró con un grupo de orcas enfurecidas la mañana del domingo.
De acuerdo con los pasajeros, sintieron unos golpes repentinos en el casco y el timón antes de que el barco comenzara a hundirse. Tras alertar a los servicios de rescate, un petrolero cercano los subió a bordo y los transportó a Gibraltar. El yate quedó a la deriva y finalmente se hundió.
El incidente es el último ejemplo de embestidas recurrentes de orcas alrededor del estrecho de Gibraltar, los expertos creen que se trata de un grupo de 15 orcas denominadas como «Gladis”, una ballena “traumatizada”, que enseñaba a otras de su misma especie a atacar yates.
Los primeros ataques de Gladis y su banda criminal se remontan a mayo de 2020, cuando, en el puerto de Barbate, Cádiz, España un grupo de orcas llamó la atención al atacar y hundir embarcaciones en la zona.
Según el grupo de investigación GT Atlantic Orca, que rastrea las poblaciones de la subespecie de orca ibérica, se han registrado hasta 700 ataques de orcas desde que se informaron por primera vez ataques de orcas a barcos en la región en 2020.
Los científicos no han logrado descifrar las causas de este comportamiento, pero las teorías explican que es una manifestación de la curiosidad de los mamíferos, el objetivo intencional de lo que perciben como competidores de su presa favorita, el atún rojo.
Aunque se las conoce como orcas, las orcas en peligro de extinción son parte de la familia de los delfines. Pueden medir hasta 8 metros de largo y pesar hasta 6 toneladas cuando son adultos.