La relación entre Canadá y Estados Unidos volvió a tensarse ayer, cuando el presidente estadunidense Donald Trump amenazó a su vecino con duplicar los aranceles previstos a su siderurgia, antes de dar marcha atrás horas después.
Por la mañana, el mandatario anunció en su red Truth Social que duplicaría los aranceles aduaneros sobre el acero y el aluminio canadienses que entrarían en vigor hoy, pasándolos del 25 por ciento al 50 por ciento.
Reaccionaba así a la decisión anunciada ayer por la provincia canadiense de Ontario de cobrar un 25 por ciento más a las exportaciones de electricidad a Nueva York, Míchigan y Minnesota.
Pero por la tarde, después de una conversación telefónica entre el primer ministro de Ontario, Doug Ford, y el secretario de Comercio estadunidense, Howard Lutnick, el presidente republicano cambió de parecer.
Ontario suspenderá el recargo a la electricidad que exporta hacia Estados Unidos, tras un diálogo “productivo” con el secretario Lutnick, anunció Ford.
«Hay alguien muy fuerte en Canadá que anunció que impondría un recargo a la electricidad. (…) Eso habría sido algo muy malo y no lo va a hacer, respeto eso”, dijo Trump en la Casa Blanca y añadió que podría reconsiderar no duplicar los aranceles.
Howard Lutnick, además, aceptó “reunirse oficialmente” con Ford en Washington el 13 de marzo y con el representante estadunidense de Comercio Exterior, Jamieson Greer, antes del plazo para que entren en vigor los aranceles recíprocos entre estos países el 2 de abril.