Ciudad de México.- Comprar un auto nuevo es la meta de millones de mexicanos. Sin embargo, el panorama no es alentador y cada vez será más caro comprar un último modelo. Como muestra de ello basta con decir que actualmente en México no hay algún coche 0 kilómetros con un valor menor a los 215 mil pesos y la tendencia es que los precios seguirán aumentando.
Debido a la inflación y la escasez de materia prima la industria automotriz se ha visto en la necesidad de aumentar sus precios. No obstante no todas son malas noticias para el consumidor pues la realidad es que los modelos disponibles en el mercado cada vez ofrecen más equipamiento y seguridad por lo que el valor aumenta.
Para entender mejor cómo se está moviendo el mercado y qué podemos esperar en los próximos años vamos a compartirte algunas estimaciones de organismos especializados.
Adiós autos “baratos” en México
Hasta hace no mucho las grandes marcas de autos en el país contaban con una gama de entrada cuyo valor no superaba los 200 mil pesos. Sin embargo, la situación actual, principalmente derivada de la pandemia de Covid-19, cambió el panorama y las automotrices tomaron la decisión de dejar de fabricar sus modelos “baratos” y apostar por generaciones más modernas y equipadas.
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A lo anterior hay que sumar que, de acuerdo con la consultora JD Power, el inventario de vehículos en los distribuidores de México es más bajo de lo normal debido a las interrupciones en la cadena de suministro global.
En ese sentido, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) lleva meses advirtiendo sobre la escasez de semiconductores cuya producción se vio fuertemente afectada por la contingencia sanitaria y aún no se recupera. Lo que es más, la asociación calcula que la distribución de los microchips no se estabilizará sino hasta 2023.
El problema con dicho elemento es que se trata de una pieza clave para los vehículos actuales y del futuro. Según la consultora KPMG los semiconductores y la electrónica son el corazón de la innovación del sector.
Debido a la situación, se calcula que México dejó de producir 60 mil 902 automóviles entre 2020 y 2021. Además dejó de vender 303 mil 251 a partir del 2020.
Aunque no todo está relacionado con los semiconductores. La AMDA también ha expresado que hay retos en áreas como cadenas de suministros; materias primas como acero, aluminio y plásticos; retrasos en distribución y logística; y aumento de costos en los fletes marítimos.
Finalmente hay que sumar el tema de inflación que, de acuerdo con la asociación, fue de 8.6% para la industria automotriz, es decir, mayor a la que registró la canasta básica.
Por lo anterior es que las automotrices decidieron centrar su atención en tener disponibles modelos que les significaran mayor margen de ganancia.
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Autos caros también es una ventaja para los consumidores
A pesar de que el panorama no es alentador, los fabricantes de automóviles destacan que hay una parte positiva para los compradores y es que, con la competencia creciendo, es necesario ofrecer mejores modelos para justificar el alza de costos.
Al respecto, según JD Power, la satisfacción con la experiencia de compra de un auto en México mejoró en 2022 al pasar de 869 a 876 (en una escala de 1000 puntos).
Lo anterior responde a que 9 de cada 10 compradores de vehículos nuevos en México evalúan diferentes marcas antes de comprar un auto y, en ese sentido, la experiencia con el distribuidor juega un papel relevante.
Por lo anterior, si planeas comprar un auto nuevo próximamente puedes esperar no solo modelos más equipados sino una experiencia mucho más sencilla.
Finalmente te compartimos que el auto más barato de México es el Renault Kwid con un precio inicial de 215 mil 900 pesos. Otros modelos con los precios más económicos del mercado son: Hyundai Grand i10 por 230 mil 200 pesos; Dodge Attitude por 235 mil 900 pesos; Nissan March por 245 mil 900 pesos; y Chevrolet Aveo por 247 mil 900 pesos.