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El diputado Alfredo Chávez, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), se defendió en contra del supuesto trasvase de la Presa El Granero que la Federación plantea hacer en cumplimiento del Tratado Internacional de Aguas de 1944. «No se van a llevar ni una gota», dijo.
En una conferencia de prensa, el legislador se sumó a la postura de la gobernadora María Eugenia Campos Galván, quien en días pasados hizo pública la presunta amenaza de que la administración de Andrés Manuel López Obrador vacíe El Granero para enviar agua a Estados Unidos.
Respecto a la problemática, Miguel Ángel Colunga Martínez, diputado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), emitió un posicionamiento este fin de semana. Asegura, en primer lugar, que el gobierno federal no ha planteado llevar el recurso hídrico para su uso en tierras estadounidenses. En segundo, concibe que Campos Galván «pretende generar una incertidumbre y un ambiente de encono» ante el venidero proceso electoral, razón por la cual elabora un «discurso fatalista y de temor que Chihuahua no necesita».
Declaró: «La gobernadora vuelve a mentir en relación al tema del agua. Ni hay amenazas de llevarse el agua. Y mucho menos El Granero es la presa más grande del Estado. La Presa El Granero es pequeña y […] derivadora y de contención para evitar siniestros de inundaciones, principalmente en Ojinaga».
Refirió que, en semanas recientes, los presidentes de las Asociaciones Civiles de Usuarios en nueve municipios de Tamaulipas llegaron a una serie de acuerdos con los gobiernos estatal y federal para cumplir el Tratado. Lo que pactaron fue la elaboración de un Acta 330 entre la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) mexicana y estadounidense, con participación de los usuarios del Distrito de Riego 025, con sede en Río Bravo, Tamaulipas, para el trasvase de agua de la Presa La Amistad a la Presa Internacional Falcón. En tal sentido, descartó la utilización de El Granero.