CHIHUAHUA.- Este domingo 1 de enero, poco antes de las 7 de la mañana, alrededor de quince sicarios, a bordo de tres camionetas blindadas, ingresaron al Centro de Readaptación Social (CERESO) número 3, ubicado en Ciudad Juárez. Su objetivo fue liberar a Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, alias El Neto, de 29 años, presunto jefe de la agrupación criminal Los Mexicles, presunto autor intelectual del denominado «jueves negro», ocurrido el 11 de agosto del 2022. Iniciaron una revuelta en la cárcel. Mataron a 10 carceleros y 9 reos. Provocaron que huyeran 25 delincuentes y 20 personas resultaran heridas.
Se rumora que los narcos, por teléfono, le avisaron al personal del CERESO que cometerían el motín, pero las autoridades no lo han confirmado o desmentido. De acuerdo a las investigaciones actuales, el convoy entró a la cárcel y, durante al menos una hora, desató varios hechos violentos. Los criminales amenazaron a los guardias de seguridad, les quitaron las armas, sometieron y asesinaron a balazos a diez de ellos: a Abel Juárez Hernández, Carlos Ernesto Salinas Bañuelos, Carlos Santiago Padilla Silva, Domingo Trejo Serrano, Edgar Omar Hernández García, Guadalupe Gámez Galán, Jaime Arciniega Alvarado, José Ausencio Pérez Puentes, Manuel Rodríguez Soria y Víctor Hugo Rivera Meraz.
Desataron una balacera, entraron a las instalaciones y sacaron a El Neto y —se presume— a César Vega Muñoz, alias El Chilín, colaborador de El Neto. Enseguida, los prisioneros aprovecharon la situación y ocasionaron un levantamiento, lo que devino en que el penal experimentara inseguridad durante algunos minutos, antes de que llegaran el ejército y la policía para tomar el control. En medio de la inestabilidad —calcula la Fiscalía General del Estado (FGE)— fueron lesionados tres oficiales y diez reclusos, mientras que huyeron vientisiete, entre ellos homicidas, traficantes de restos humanos, narcomenudistas, secuestradores, violadores y hombres que poseían armas exclusivas del ejército.
Conforme al delito por el que fueron procesados, los prófugos son: por el delito de homicidio, Francisco Lucio Juárez Hernández, de 21 años; David Franco Emiliano, de 22; Edgar Alexis Ortiz Espino, de 23;Adán Aguirre Macías, de 24; Joaquín Gutiérrez Payán, de 32; Iván Daniel Acosta Flores, de 33; José Mario Celis Hernández, de 25 y Félix Sánchez Hernández, de 35. Por enterrar y desenterrar cadáveres, Luis Carlos Jurado Sandoval, de 19. Por «delitos contra la salud», Daniel Andrés Rodríguez Cardoso, de 21; José Osvaldo Espinoza Navarro, de 24; e Ismael García Herrera, de 28. Por secuestro, Carlos Guadalupe Altamirano Altamirano, de 25; Alejandro Delgado Atala, de 25; El Neto; y Daniel de León de León, de 35. Por violación, Javier Rodríguez Chuca, de 20. Por uso de pistolas exclusivas del Ejército, Brian Eduardo de Santiago Samario, de 18; Juan Daniel Carrasco Delgadillo, de 21; Mario Ernesto Gutiérrrez Sáenz, de 21; Brayan Enrique Celis Ramírez, de 22; Christian Reyes Navarro, de 24; Jorge Arturo Meléndez Alvidrez, de 27; Isaac Jesús Rojas Ruiz, de 30; Julio César Perales Pacheco, de 31; Raúl Alfonso López Moriel, de 34; y Rodolfo González Compeán, de 40.
En medio de las confrontaciones, durante su intento por escapar, murieron nueve prisioneros identificados como Christian R. M., Edgar E. R., Jorge César L. N., José Luis O. G., Juan Carlos N. G. y César Vega Muñoz. Faltan tres nombres por ser revelados. Una vez que el acontecimiento fue notificado a las corporaciones de seguridad, ya cuando los sicarios se marcharon con El Neto, se implementó un operativo con la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), los equipos especiales SWAT y Detectives, la Fiscalía General del Estado (FGE), la Agencia Estatal de Investigación (AEI), la Guardia Nacional, la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) y el Ejército Mexicano. Los elementos retomaron el control del CERESO, mientras que la FGE comenzó las diligencias ministeriales, la recabación de evidencias y la toma de entrevistas.
En las calles de Juárez produjeron caos: unos hombres armados, mientras se movían en sus vehículos, dispararon contra una gasolinera ubicada en el cruce de la avenida Ejército Nacional y Rafael. Además, la población alertó sobre robos de carro a mano armada. Ese mismo día, agentes de la SSPE localizaron en la colonia Salvarcar una camioneta Ford Explorer gris, blindada y sin placas de circulación, con dos balazos en el vidrio trasero, en cuyo interior se encontraban armas largas y equipo táctico, el cual decomisaron. Minutos antes de lo ocurrido, se enfrentaron hombres armados contra policías municipales, lo cual terminó en la detención de cuatro implicados. Y, en la avenida Panamericana, dos sujetos, a bordo de una Hummer, dispararon contra otros uniformados, quienes repelieron la agresión y los abatieron.
Según versiones extraoficiales, El Neto, sentenciado a 224 años de cárcel, ordenó, desde su celda, los actos violentos del pasado 11 de agosto. Su finalidad era impedir que lo trasladaran a una cárcel federal. Para distraer la atención de las fuerzas de seguridad, y para que la policía dejara las calles sin vigilancia, le instruyó a sus compañeros que se enfrentaran con miembros de un grupo delincuencial antagónico, para después quemar establecimientos y dispararle a civiles, lo cual provocó que murieran once personas y veinte resultaran heridas.